martes, 25 de noviembre de 2008

Paso San Francisco y Termas de Fiambalá.


Fuimos al Paso Internacional y a las Termas.
*Fecha del viaje: setiembre/2.005.
*Integrantes: los abuelos Carlos Massarutto y Susana Villa, solos en el Renault 9 std.
*Itinerario: de Lomas del Mirador a Capilla del Monte (Córdoba), Villa Unión y Chilecito (La Rioja). Fiamb de altoalá en la pcia de Catamarca, Anillaco (La Rioja), Dean Funes, Río Ceballos (Córdoba) y regreso a casa.
*Extensión: 4.300 km. en 13 días.
Prólogo. Luego de transitar por La Rioja queríamos recorrer y conocer ese extremo de la provincia de Catamarca.
Teníamos como meta anclar en Fiambalá, para intentar alcanzar el Paso San Francisco.
Es el cruce natural sobre la cordillera de Los Andes a 4.750 msnm, limítrofe con Chile.
Altitud muy respetable con solo imaginarse 4,8 km hacia arriba, subir 48 cuadras.
Comparable con la distancia entre Plaza de Mayo hasta Primera Junta o Plaza Italia.
RELATO.
Jornada 7- viernes 23/09/05: En la tarde de un viernes 7/09/05 llegamos a Tinogasta luego de transitar polvorientos caminos de la antigua traza de la RN 40.
En esta ciudad nos aprovisionamos del combustible necesario (repostamos al tanque del auto y llenamos un bidón grande adicional que portábamos) dado que a partir de allí no existen estaciones de servicio.
Nos encaminamos a Fiambalá, 53 km por RN 60 traspasando San José, Santa Rosa, La Aguadita y San Pedro, por un lindo camino asfaltado entre dunas, montañas y sol; pero observando amenazantes manchones de obscuras nubes por sobre los picos de los cerros del oeste: un cielo negro plomizo que impresionaba.
En el ingreso al pueblo nos informamos en gendarmería sobre el paso San Francisco: imposible y cerrado por tormentas y mucha nieve en la alta cordillera.
Fiambalá se encuentra ubicada entre la ladera de la cordillera de Los Andes al oeste, la cordillera de San Buena Aventura al norte y las sierras de Fiambalá al este, cercana al filo del Calvario y a una altura de 1550 msnm.
Sus primitivos pobladores fueron Los Cacanos (aborigen de alta montaña) y fiambalos (parcialidad calchaquí de diaguitas).
Se sostienen dos orígenes sobre su denominación: una de ellas, zona de “Pianwalla” de Los Cacanos y que significa “penetración a la alta montaña”; la segunda, “zona de fuertes vientos”.
Se duda de la primera alternativa, por la utilización y orígen de la letra “w”.
Jornada 8- sábado 24/09/05: nos decidimos a encarar el camino hacia el paso internacional de San Francisco.
Solicitamos información sobre las condiciones climáticas en la alta montaña a personal de la oficina de Turismo, que vía TE con el puesto de Gendarmería de Las Grutas, responde: paso cortado por continuar el temporal con intensas nevadas y tránsito muy peligroso, recomienda además no llegar siquiera a al puesto.
Nos dijimos: ¿qué hacemos?. La respuesta fue: “y vamos… hasta donde lleguemos”.
Un matrimonio de Colonia Caroya con un Fiat Palio se interesó en la excursión y partimos juntos hasta donde se pueda llegar, sin arriesgar el pellejo dado que hay que seguir conociendo.
Retomamos la RN 60 pavimentada rumbo oeste, pasamos por Guanchín, pequeño caserío de pircas, siguiendo con un paisaje semiárido, arenoso pero con hermosas vistas de los cordones de montañas solapadas unas detrás de otras que asciende suavemente por el bolsón de Fiambalá hasta a la cuesta de Loro Huasi.
Allí la ruta se angosta y emprende un sinuoso ascenso entre fuertes relieves arcillosos junto al río Guanchín de poco caudal con excepción de las épocas de lluvia y deshielos del verano.
Se pasa por El Chañaral y por El Algarrobal, para que a partir aproximadamente del km 50 (tramo de ripio), el paisaje se encajona para formar un estrecho cañón rocoso lleno de curvas y con un intenso colorido conocido como Las Angosturas.
Esta pintoresca quebrada se abre hacia Chaschuil, para luego girar el camino al norte, y junto al río internarse en el valle cordillerano el mismo nombre por unos 100 km que lo recorre en una interminable recta de suave pendiente entre faldas andinas de escasa vegetación.
En este tramo se presentó un inconveniente: se cortó el cable del embrague de nuestro R 9.
Bueno manos a la obra: teníamos uno de repuesto, así que deslizamos el auto a la banquina (por suerte fue el un lugar amplio y sin peligro), retiramos el roto, colocamos el nuevo y probamos: no embragaba.
No le encontramos la solución a la regulación automática del pedal.
En base a lo que ya habíamos visto y las escazas posibilidades de llegar o acercarnos (100 km por medio) al puesto de gendarmería, decidimos girar en regreso a Fiambalá, sin la funcionalidad del embrague y metiendo los cambios de trepo, a la fuerza.
Arrancar en segunda y viajar lento era la consigna. Pasar al tercer cambio significaba elevar las revoluciones del motor y con mano bien firme forzar el ingreso de dicha velocidad, esperando no oír chillidos de la caja.
Transcurrió todo normalmente, aunque el regreso en descenso y a baja velocidad insumió bastante tiempo.
Nos quedó sin conocer el tremo final del camino y sin cumplir la meta de alcanzar el paso cordillerano.
Igualmente no hubiéramos pasado por el temporal.
Integrará la excusa por un pronto regreso.
Posterior a almorzar en la hostería y hacer regular el embrague por un mecánico, partimos a conocer las Termas de Fiambalá.
Distante a 15 km al SO de la ciudad, por ruta pavimentada en dirección a las sierra de Fiambalá, que atraviesa llanos hacia la linda quebrada Las Pircas en una tarde de fuerte viento sur que trasladaba nubes de arena de un costado al otro de camino.
Las termas se ubican en una quebrada de 2300 msnm con manantiales y vegetación que sombrean las terrazas pircadas donde se embalsan las aguas termales.
De épocas precolombinas, conserva su encanto natural y contienen las aguas que brotan en lo alto a 80 grados, y que en su caída por alrededor de 20 rústicas piletas de piedra escalonadas, se van enfriando hasta los 30 grados y dando una agradable gradación de temperatura para el uso.
Nos encontramos con el matrimonio cordobés, charlamos y pasamos lo que quedaba de la tarde y regreso.
Cena con los compañeros de viaje, sufrir con una granizada (por suerte corta y leve) e intensa lluvia. El temporal también había llegado a Fiambalá.
Comentario Final:
-No pudimos completar todo lo que habíamos planeado hacer, pero lo que hicimos fue muy fructífero.
-Se nos presentaron algunos inconvenientes que nos dio algo de bronca, pero una vez superados lo sentimos como algo más que contar, usarlos como experiencia y estar prevenidos para otras oportunidades.
-Una vez más el Renault 9, un FENOMENO, ni una sola pinchadura en todo el viaje !!!!
Sobre el cable del embrague cortado: nos dijo: “vine de fábrica en el 94 y duré hasta ahora, cuanto más querés que aguante todavía??.
Tiene razón, omití reponerlo dentro de los límites normales de uso; ahora ya esta preparado para el viaje siguiente... solo hay que llenar el tanque !!!
- Lo que nos quedó pendiente de conocer constituye la nueva meta a encarar en un futuro cercano. Que excusa no ????.
Las fotografías don de nuestra propiedad,
Experiencia vivida por Carlos Massarutto y Susana Villa- Lomas del Mirador- Bs As- setiembre/2005.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Antigua Traza de la R.N. 40.

Nos fuimos por el antiguo camino de la Ruta Nacional 40.
*Fecha del viaje: setiembre de 2.005.
*Integrantes: los abuelos Carlos y Susana
en el Renault 9.

*Itinerario: de Lomas del Mirador a Capilla del Monte (Córdoba), Villa Unión y Chilecito (La Rioja). Fiambalá en la pcia de Catamarca, Anillaco (La Rioja), Dean Funes, Río Ceballos (Córdoba) y a casa.
*Extensión: 4.300 km. en 13 días.
Prólogo.
Transitamos por La Rioja conociendo varios sitios de nuestro interés.
Teníamos como meta alcanzar el Paso San Francisco, con 4.750 msnm, limítrofe con Chile.
Para ello, debíamos llegar desde Chilecito (LR) a Fiambalá, en la pcia de Catamarca.
Aquí describimos el trayecto realizado para arribar Tinogasta por un camino casi inusual.
RELATO.
7ma jornada- viernes 23/09/05: El plan era unir Chilecito con Tinogasta por la antigua traza de la RN 40.
Tras unos 25 km al norte de Chilecito, esta vieja traza se desviaba a izquierda, traspasando el poblado de Plaza Vieja para arribar la localidad de Famatina (hoy sobre la RP 11).
Camino asfaltado que traspasa varias localidades: Alto Carrizal, Angúlos, Santo Domingo y Campanas.
De allí, se abandona el pavimento y sigue al norte hasta la ciudad de Tinogasta en pcia de Catamarca.
Proseguía por la díficil cuesta de Zapata (hoy vedada al tránsito) para arribar a Belén.
El trazado actual RN 40, asfaltada, tambien con rumbo norte hasta Pituil (corre más al este de la antigua), sigue al NE a San Blas de los Sauces, Alpasinche y prosigue, por un nuevo recorrido, a Belén y valles calchaquíes.
Antes del desvío cercano a Chilecito, en San Nicolás sobre RN 40, conocimos un reconstruido “calendario diaguita”, donde dialogamos con un lugareño descendiente de indígena, quien ofició de ilustrador.
De forma circular –de unos 25 a 30 metros de diámetro- todo tapizado con pequeñas rocas obscuras, en su centro se enclava una fina y alta piedra angular, a la cual convergen una gran cantidad de radios (excepto uno), también de piedras de color claro, que dejan dibujadas muchas figuras triangulares.
El exceptuado (se inicia en el perímetro y finaliza en uno de los radios sin alcanzar el punto central), indica la orientación norte y permite conocer todas las restantes posiciones cardinales.
Además la sombra de la piedra central funciona como “reloj solar” y determina los días con un conteo de las figuras triangulares.
También se encuentra la capilla de San Nicolás que conserva un altar y retablo de madera, dorado a la hoja, labrado por los indígenas de las misiones jesuíticas.
La ciudad de Famatina, con 1500 msnm, esta flanqueada por el cordón montañoso de igual nombre y las sierras de Velazco. Al pie del cerro, es un tranquilo poblado que merece ser disfrutado.
Frente a su plaza principal se ubica la iglesia parroquial de San Pedro de Famatina donde se venera un antiguo cristo de madera (que se presume proveniente del Perú), articulado en brazos y cabeza, con concurridas peregrinaciones de viernes santo. Cuenta además con la imagen vieja de San Pedro sentado en una silla de oro.
Posterior a Famatina pasamos por Alto Carrizal, luego por camino sinuoso de La Aguadita –de gran belleza y entre cordón montañoso- por la iglesia del Niño de Hualco, que guarda una imagen de solo 4 cm de alto (quizás la más pequeñas de las imagenes veneradas), el río Blanco, poblado de Angúlos, el río Playas y llegamos a Campanas, que cuenta con la iglesia de San José de las Campanas (MHN) de mediados del siglo XVIII.
Allí, las alternativas a seguir para llegar a Tinogasta eran dos: una por asfalto, más larga, unos 160 km, llegando a Pituil y continuando por la actual RN 40, asfaltada, hacia San Blas de Los Sauces, Alpasinche y RN 60 a destino.
La segunda, ripio arenoso, más corta -unos 80 km- que pasa por La Cuadra o pueblo de los cardones, Potrerillo y Costa de Reyes, parajes casi inexistentes a simple vista.
Optamos por la aventura, la que cumplía con nuestro objetivo, más corta y entretenida que juega en cercanías de la sierra de Copacabana, por donde no cruzamos ni pasamos, ni fuimos sobrepasados por ningún ser humano ni vehículo hasta cercanías de Tinogasta.
Transitamos por ondeados caminos arenosos, desérticos, polvorientos, rodeados de vegetación achatada que discurre entre dos cordones serranos: el Famatina al O. y el Copacabana al E. Nos llamó la atención, entre curvas del camino, observar y traspasar la polvareda que dejaba nuestro auto.
Otra curiosidad: circulando por la parte baja del ondeado
camino, no ver los laterales, pues las lomadas y su rala vegetación nos superaban en altura. Solo visible adelante hasta la siguiente curva; atrás nube de polvo.
Volvió el asfalto cerca de Tinogasta, arribamos al centro, paramos frente a la plaza principal, nos pasamos el plumero y ubicamos un lugar para almorzar algo, ya era la media tarde.
Dimos una recorrida, repostamos combustible al tanque del auto y llenamos un bidón adicional que portábamos; hacia el norte ya no existen estaciones de servicios, es la última. Nos encaminamos a Fiambalá para tratar el cumplir la siguiente objetivo.
Comentario Final:
- Pudimos concretar lo que habíamos planeado hacer, fue interesante y muy sabroso.
- Nos abordaron sensaciones distintas: cierto temor por el aislamiento y la enorme satisfacción de haberlo logrado sin inconvenientes; entendimos que el celular es solo un adorno.
- Comentamos: a Famatina hay que volver para quedarse unos días. Nació una nueva propuesta.
Las fotografías son de nuestra propiedad.
Carlos Massarutto y Susana Villa- Lomas del Mirador- BsAs- setiembre/2005.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Por VINCHINA en LA RIOJA.

Encajada en el río VINCHINA.


*Fecha del viaje: setiembre de 2.005.
*Integrantes: siempre los abuelos en solitario: Carlos Massarutto y Susana Villa, en el Renault 9 std.
*Itinerario: de Lomas del Mirador a Capilla del Monte en Córdoba, luego Villa Unión y Chilecito en La Rioja. Seguimos a Fiambalá (Catamarca), Anillaco (La Rioja), Dean Funes y Río Ceballos (Córdoba) y regreso.
*Extensión: 4.300 km. en 13 días.
Prólogo.
Pensamos concretar tres objetivos principales: el primero, disfrutar del Parque Nacional de Talampaya, que en lengua quichua significa “río seco del tala”.
El segundo consistía en conocer estrellas diaguitas de Vinchina, y por la Quebrada de La Troya, llegar a Jagué.
La yapa: intentar algo más, si era posible y el camino se lo permite al R-9, seguir a Laguna Brava. Lo último, en Catamarca, alcanzar el Paso San Francisco de 4.750 msnm.
Algunas se cumplieron, pero otras no; quedaron como deuda pendientes para otra posterior salida.
RELATO.
4ta jornada- martes 20/09/05: hacía dos días que habíamos llegado a Villa Unión y se lo dedicamos al Parque de Talampaya y otros lugares de la zona.
Pos desayuno, salida al norte por RP 26, que en 36 km alcanza a Villa Castelli con 1250 msnm. Recorrida por el poblado y continuamos a conocer “el infiernillo” y cerro El Toro, en las afueras de la villa accediendo por caminos que salen junto al cementerio.
Intentos fracasados, dado que para el primero, trabajaba una cuadrilla a fin de despejarlo por caída de piedras; y para el segundo, el colchón de arena nos impedía transitar con el R- 9. Avanzamos con el mismo rumbo otros 33 km más a San José de Vinchina con 1480 msnm; una recorrida por el pueblo lleno de pancartas políticas por la visita del vicegobernador en campaña electoral.
Pasamos por el destacamento de Gendarmería Nacional a requerir informes y anoticiar sobre la idea de llegar a Jagué, a través de la Quebrada de La Troya y si es posible alcanzar la Laguna Brava.
Iniciamos el viaje y a la salida del pueblo existen dos vados del río Bermejo o Vinchina.
El primero seco sin una gota de agua, no así el segundo, que traía abundante caudal por cierre del anterior y mantenimiento de otro cruce cercano.
Descalzos y arremangados medimos la altura del agua, marcando los límites para nuestro coche. Dudamos que hacer, lo dejamos estacionado en lugar adecuado y cruzamos a pie el vado.
En la margen opuesta y posterior a una breve trepada se encuentran las “estrellas diaguitas de Vinchina”. Allí vamos a conocerlas y tomar fotos.
Son varias, de interesantes dibujos simétricos de piedras de colores en forma de estrella que se atribuyen a la cultura Aguada.
Regresando hacia el auto, el conductor de una camioneta nos aconsejó atravesar el vado en zig-zag –no de frente- para así evitar la mayor profundidad del curso. Pensamos como correcta la observación planteada.
En sentido contrario al nuestro cruzó un Clío muy resuelto, y nos dijimos: si pasó el Clío!!!.
Gustó la idea y seguimos el consejo, iniciamos el vadeo en zigzag. ¿Pero que pasó?
Las ruedas delanteras se enterraron en la arena del vado.
Aquí estrenamos la pala plegable para liberar al rodado con resultado negativo.
Pedimos auxilio al conductor de un camión regador que allí operaba, quien gentilmente lo cruzo y, cuarta de remolque mediante, trató de sacarnos marcha atrás, pero en subida: también se varó el camión!!!.
Junto al conductor y su ayudante tratamos de zafarlo de la arena, con las palas, algunas ramas de yuyos y piedras, para que las ruedas pudieran pisar más firme. Resultado negativo.
Un rato después aparecieron tres camionetas 4x4 de Vialidad y de una empresa contratista de la misma repartición, que con una larga eslinga de acero y tirando hacia adelante, pudieron sacar al R-9 de su baño de inmersión en aguas riojanas.
Ya pasado el medio día y temiendo mayor caudal de líquido para el final de la tarde, en nuestro regreso, decidimos no continuar hacia Jagué y Laguna Brava, por ende esta aventura quedo pendiente y será un motivo más para regresar en otra oportunidad.
Nos corresponde agradecer la gentileza por la ayuda prestada de los integrantes de la camioneta de la empresa contratista. Además, sin cobro alguno y negándose a aceptar nuestra propina. Ahora para volver al poblado debíamos cruzar nuevamente el río pero en sentido contrario.
Nos aconsejaron hacerlo, recto, bien de frente, no en zig-zag, por donde lo hacen todos los vehículos, pues allí la arena esta firme.
Esta vez cruzamos el río solos, bien, sin ayuda; pensamos: el que sabe... sabe… Adquirimos experiencia.
Tratamos de almorzar en Vinchina, donde uno de los comedores estaba cerrado y el otro reservado a la comitiva oficial, así que nos encaminamos de regreso a Villa Castelli y pudimos satisfacer la necesidad gastronómica.
Pero que vemos allí delante!! Estacionado sobre la banquina de la ruta una "avioneta" con custodia policial.
Respondía a la comitiva oficial de visita en campaña. Consulté para sacar una foto.
Me dije: tengo que documentarlo como prueba, pues cuando lo cuente, pensaran cuanto torrontés bebí.
Aprendimos que para vadear no solo es importante el caudal de agua, dirección y fuerza, sino que también, determinar correctamente que lecho tiene el mismo.
Regresamos a Villa Unión y destinamos la tarde para observar la villa desde su mirador, luego a conocer Banda Florida, en la margen (o banda) opuesta del río Bermejo o Vinchina, con su curioso cementerio enclavado en las afueras y en un lugar semicircular entre las rocas de los cerros, un buen mate bajo los árboles, visita a la localidad de Los Palacios (famoso por su vino patero) y regreso al hotel, cena, caminata y observar el desfile de carrozas y postulantes a reina de la primavera, dado que era el martes 20 de septiembre.
Día de finalización del invierno que nos tocó pasar en suerte, con metas sin lograr y propósitos a cumplir.
Comentario Final:
- No pudimos realizar todo lo que habíamos planeado hacer, pero lo que hicimos fue muy sabroso.
- Se nos presentaron algunos inconvenientes que nos dio algo de bronca, pero una vez superados, lo sentimos como algo más para contar, usarlos como experiencia y estar prevenidos para otras oportunidades.
- Lo que nos quedó pendiente de conocer, es la nueva meta a cumplir en la primera de cambio. FLOR de EXCUSA, NO ????
Experiencia vivida por Carlos Massarutto y Susana Villa- Lomas del Mirador- Bs As- setiembre/2005.