jueves, 31 de diciembre de 2009

OTRA VEZ POR NEUQUEN.

VOLVIMOS A EL NEUQUEN.
Ubicación geográfica: Patagonia Norte Argentina.
Datos:Fecha del viaje: 2da quincena de setiembre del 2006.
Integrantes: los abuelos Carlos y Susana, en el Renault 9 estándar modelo año 1994.
Intentando conocer un poco más nuestro hermoso país, su naturaleza, su gente y sus costumbres.
Itinerario completo del viaje: desde Lomas del Mirador, Gral Acha en La Pampa, Zapala,
San Martín de los Andes y Villa La Angostura en Neuquén, El Bolsón, Bariloche y Cipolletti en Río Negro, Trenque Lauquen y nuestro domicilio.
Extensión: 4.520 kms. Duración: 14 días.
Introducción:Volvíamos a la Patagonia Norte para seguir conociendo nuevas localidades y eligiendo distintos caminos a los ya tradicionales y conocidos.
En la actualidad, a la provincia de La Pampa se la incluye como “Patagonia Norte”; la antigua delimitación era sur del río Colorado.
La primera noche pernoctamos en Gral Acha y desde allí comenzó ésta excursión.
Día domingo 17/09/2006.Elegimos transitar por RP 20, denominada como la primer “ruta del desierto” que nos deposita en Colonia 25 de Mayo.
Actualmente existe otra alternativa asfaltada para cruzar el desierto pampeano.
Consiste en continuar por RN 152, pasando por el Parque Nacional Lihue Calel, Puelches y desembocar en el lindo embalse de Casa de Piedra.
Atravesando el largo murallón del dique se continua por RP 6 hacia Gral Roca.
Ingresamos en Chacharramendi, La Reforma y Colonia 25 de Mayo.
También en Colonia Catriel, y la nueva terminal de ómnibus de la capital del Neuquén.
Concretamos el último tramo del viaje del día hacia la ciudad de Zapala.
En esta última parte del recorrido de la RN 22 se disfruta del paisaje más vistoso y entretenido de las sierra del Norte del Portezuelo; en el ocaso del día, con fuerte sol rojo de frente que bajaba entre los cerros y que, aunque dificultaba mucho la visión, nos brindaba una pintura digna de admirar.
Pernoctamos y recorrimos Zapala más en extenso.
Es la ciudad portal a las mesetas y Andes del Neuquén; centro de servicios y reunión de turistas con destinos a lagos cordilleranos, a la tierra del Pehuén, a los centros termales del norte provincial y X* región Los Lagos de Chile.
Día lunes 18/09/2006. Nos encaminamos al SO por la RP 46, al Parque Nacional Laguna Blanca, creado para preservar una gran colonia de aves acuáticas; tiene suelo volcánico de color gris plomo a pizarra y algunas piedras blanquecinas.

La ruta bordea la laguna con costa baja y de playa, en cambio, la opuesta es acantilada y sus cerros nevados se reflejaban simétricamente en el agua en una fresca mañana de sol radiante.
Caminamos por un sendero interpretativo que nos lleva hasta un mirador en el borde de la laguna, tomamos fotografías y con el binocular observamos las aves nadando en las aguas y nos deleitamos con las vistas de las blancas montañas.
Decidimos tomar unos lindos mates al aire libre: intento fracasado pues omití retirar el termo del mostrador del hotel de Zapala. (¡!!°/&°8=%*}”!!!).
Aquí abandonamos el asfalto, el ripio nos acompañó durante todo del día.
Transitar despacio cuidando el vehículo, por rutas desconocidas y sin referencias.
Un bellísimo paisaje; se avanza hacia el sur, con laderas nevadas y pobladas con pehuenes; otras, con formaciones curiosas de intenso colorido y muy erosionadas.
Al oeste, imponente, la vista del volcán Lanín, sobresaliendo su cima triangular totalmente blanca de nieve eterna.
Atravesamos pequeñas aldeas: Ñireco, Espínazo del Zorro y Fortín 1* de Mayo; tomamos la conocida Bajada de Rahué hasta el cruce del río Aluminé.
Es curioso y tranquilizador cruzarse con otros vehículos (solamente dos) en estos tramos de caminos no frecuentados masivamente; es por ello que aún mantienen intacta su naturaleza.
Sin almuerzo aún decidimos continuar viaje al sur, a Junín de los Andes, por la RP 23 de ripio, distante unos 110 km.

Luego de recargar algo a nuestros flacos estómagos continuamos, ahora por asfalto, a la hermosa y coqueta ciudad de San Martín de Los Andes, donde pernoctamos.
Día martes 19/09/2006.Amaneció nublado, algo lluvioso y bastante frío, salimos hacia Villa La Angostura por el circuito de los siete lagos.
Casi la totalidad del recorrido ya nos era conocido (marzo/1975 hecho por el viejo acceso de ripio), pero pensamos que era bueno repetirlo después de tantos años.
Pronto nos abandonó el asfalto y comenzó el ripio en buen estado.
Una parada en el mirador del lago Machónico y luego en el lago Hermoso.
Ya los manchones blancos de nieve eran cada vez más grandes y abundantes; según el costado de las laderas eran mantos de nieve que cubrían totalmente el suelo.
Una detención para darnos el gusto de “pisar nieve” la cual ya estaba congelada.
La conjunción zapatillas y nieve helada no es buena; el resultado: resbalón y acostado en posición horizontal, con un brazo enterrado en ella.
Al menos, algo compré en el sur; Susana que estrenaba cámara no perdió la oportunidad de dispararla. Encima salió y bien!!!
Ingresamos en el área Villarino del Parque Nacional Nahuel Huapi y paramos a contemplar la cascada Bulignano.
Posteriormente vinieron los lagos Falkner, Villarino, Escondido y Correntoso hasta atravesar el arroyo Ruca Malén por el actual puente de cemento.
También paramos a contemplar con nostalgia el antiguo, de madera y angosto, donde circulamos en 1975 sobre la vieja traza del camino.
Allí existía junto al lago Correntoso y frente a los cerros, una hermosa hostería, toda rodeada de vegetación y espacioso parque.
Hoy observamos las ruinas del puente, la edificación abandonada y saqueada que aún perdura en medio de matorrales. Un lagrimón!!
Seguimos adelante, mirador del lago Espejo, el Nahuel Huapi, cruzamos el río Correntoso por el nuevo puente y arribamos a Villa La Angostura.
Mejoró el día, no llovía, un sol tenue; almorzamos y nos ubicamos en una cabaña, dado que allí pasaríamos varias jornadas.
VLA era más extranjera que argentina. Estimamos que el 85% de visitantes procedían de Chile; otros en menor proporción de Uruguay, los pocos locales.
Aprovechando un cambio de moneda favorable, los chilenos, gozaban de un largo feriado nacional de nueve días.
Por la noche, caminando por el centro hasta que un corte de energía dejó a obscura toda la villa. Regresamos con la luz de los faros de los vehículos, tratando de tomar la calle y la entrada correcta a la cabaña.

¡¡¡ la linterna reposaba en el baúl del coche.!!!
Días siguientes.Villa La Angostura se tornó más importante por su estratégica ubicación; participa de la ruta que va de San Carlos de Bariloche a San Martín de los Andes por el circuito de los Siete Lagos y a Chile por el paso Internacional Cordillerano Cardenal Antonio Samoré.
Su centro de sky "Cerro Bayo" es pequeño y bonito, construcciones en madera y muy familiar, rodeado de vegetación y la cascada del río Bonito.
Durante la estadía recorrimos la villa y sus alrededores: puerto del Lago Nahuel Huapi, Parque Nacional Los Arrayanes, centro invernal del cerro Bayo, predio del Instituto Seguridad Social del Neuquén, Residencia El Mesidor, la parroquia Nuestra Señora de los Lagos: capilla Virgen de la Asunción construida en piedras y troncos con techo de tejuelas de alerces, Bahía Manzano, río Correntoso, paso internacional cardenal Samoré, etc.
Sin querer comparamos aquella pequeña villa que conocimos en marzo/1975 con la actual; son notables las diferencias.
Muy pequeña, insignificante, muy pocas viviendas, ruta de ripio, bien natural.
No recuerdo la existencia del centro de ski. Sí al imponente Hotel Correntoso, del año 1922, que hasta la década del 70 centralizó las actividades turísticas de la zona.
Hoy creció, tiene asfalto, buena y bella edificación, nfraestructura, servicios, etc.
Es importante, aún agrada, ofrece tranquilidad y comodidad; pero se añora aquella otra.
* Una mañana decidimos ir hasta el lago Correntoso, observar su la playa y río.
Distante pocos km del centro de la villa por RN 231 al oeste, se accede por una corta bajada de ripio cercana al nuevo puente hasta enfrentar el río Correntoso, que según dicen “es el más corto del mundo”.
En verdad es corto. Solo alcanza unos 300 mts de longitud y une las aguas de los lagos Correntoso al norte con Nahuel Huapi al sur.
El lugar es conocido y famoso por la pesca de trucha con mosca y sobre la boca se ubica el imponente hotel de igual nombre.
Un modesto y angosto puente de madera permitía el cruce del río; recordamos que apoyados sobre su baranda, veíamos zigzaguear las truchas por el curso de agua.
Hoy quedó como recuerdo histórico allí abajo, dada la construcción del actual, de cemento con ruta asfaltada que cruza el río, a unos 20 mts arriba.
* Una tarde fuimos al Paso cordillerano Cardenal Antonio Samoré, limítrofe con Chile.
Nos encaminamos bordeando el lago Nahuel Huapi y pasado el cruce del río Correntoso, en 12 km desvío a izquierda con destino al paso Samoré.
Paramos en el mirador del lago Espejo, seguimos la ruta en dirección a la aduna argentina: puesto fronterizo Puyehue, concretamos los trámites aduaneros y seguimos a la frontera argentino chilena.
Durante los siguientes 30 km nos internamos en subida sin dificultad por tupidos bosques de lengas, con asfalto despejado por la máquina barredora, pero todo alrededor era blanco de nieve acumulada de importante altura.
Solo la cinta asfáltica y la vegetación era de distinto color; y los árboles dejaban un hueco sin nieve alrededor de sus troncos.
Cruzamos los ríos Pereyra y Pantojo, el cerro de igual nombre donde sobresale de su cima su curioso pitón volcánico: una enorme roca vertical basáltica consolidada en la chimenea del volcán en erupción durante el período cuaternario.
La dimensión de la nieve acumulada al costado de la ruta era importante, variando entre 0,80 a 1,50 mts de alto.
Fue testigo de ello, una señal caminera de curva que estaba enterrada casi hasta la mitad del rombo amarillo de advertencia.
Arribamos al portezuelo limítrofe casi sin darnos cuenta; seguimos de largo pensando que allí no lo era.
Avanzamos varios kms más y sospechamos que lo habíamos pasado de largo. Por los colores de las marcas de la ruta y de sus defensas deducimos que estábamos del lado chileno, hasta que observamos un carro de vialidad con inscripciones y colores de ese país.
El paisaje continuaba igual, todo nevado y blanco.
Retornamos y paramos en el paso internacional Cardenal Antonio Samoré, un portezuelo plano de 1.314 msnm, donde solo existen tres carteles y la imagen de la Virgen de la Paz, que es poco visible desde ambos lados.
Un cartel indicador de los datos geográficos y físicos del paso, los dos restantes indicadores de los parques nacionales de cada país: Nahuel Huapi y Puyehue.
Desandamos el mismo camino, trámite en aduna argentina (no llegamos a la chilena) y regreso a la villa.
Nos vamos de Villa La Angostura.Después de una noche de intensa lluvia continuamos viaje a nuestro próximo punto de detención: la localidad de El Bolsón en la provincia de Río Negro.
La RN 231 al este nos deja en el cruce con la actual traza de RN 40 (ex RN 237).
La primera mitad de éste recorrido se avanza bordeando el lago Nahuel Huapi, y en pocos kms ingresamos a visitar el complejo turístico de Bahía Manzano.
Hermosa y lujosa área residencial dentro del tupido bosque sobre ladera con suave pendiente y frente al lago.
Continuamos viaje hasta topar con la ahora re-denominada RN 40, cruzar el río Limay e ingresar en la provincia de Río Negro con vista de frente la ciudad de San Carlos de Bariloche.
Aquí se termina "la vuelta por Neuquén". El resto del viaje será motivo de otra narración.
Comentario final:
Una vez más en recorrer el Norte Patagónico; la tercera en los últimos años.
Cada viaje tuvo lo suyo, ninguno fue igual a otros anteriores.
A pesar de ser fanáticos del noroeste argentino, disfrutamos y nos encanta la Patagonia y toda la Argentina.
El tiempo no nos acompañó del todo bien, pero es sabido que en la zona cordillerana de los lagos y en ésta época del año, no se garantiza mucho sol.
No obstante, concretamos todo lo que nos propusimos hacer.
En cambio, en la meseta patagónica, desierto pampeano y llanos bonaerenses el buen tiempo reinó con abundante sol y calor.
El Renault 9 se portó como siempre, más que bien, muy bien: ni siquiera una pinchadura de neumáticos, una falla, un rezongo, nada!!!
Lo premiamos con un brindis de aceite y filtro nuevo en El Bolsón, se lo merece!!!
Creemos que fue su último viaje que hace con nosotros pues llega otro nuevo.
Lo vamos a recordar siempre como el mejor y fiel amigo de nuestras aventuras; con él se irá una porción importante de nuestra familia.

UN ENORME LAGRIMON.
Post data: el 22/11 se fue el Renault 9, con su prestancia de siempre y orgulloso de haber servido y cumplido fielmente sin una sola queja. Un ejemplo para imitar. Nosotros siempre lo vamos a tener presente, pues se nos metió mucho y bien.

Las fotografías son de nuestra propiedad.Experiencia vivida por Carlos Massarutto y Susana Villa.Lomas del Mirador – Pcia de Buenos Aires en noviembre del 2.006.