sábado, 13 de noviembre de 2021

Nuestro 1er VIAJE al NORTE ARGENTINO.
1ra Etapa: Salta.
Ubicación geográfica: N. O. A.
 Datos:
*  Relato escrito en enero/2008.
* Fecha del viaje: marzo/1976.
* Integrantes: matrimonio de Carlos y Susana.
* Motivo: muchas ganas de conocer el norte argentino.
* Itinerario: Retiro a Jujuy (en tren, y luego todo en bus), Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, Córdoba, Rosario y regreso a casa.
* Extensión: 6.500  km.   Duración: 24 días.
Nota previa: escribimos este relato casi 32 años de haberlo realizado, basados solo en la memoria y  con alguna anotación de apoyo.
La fotografías obtenidas son "diapositivas" y no están en condiciones de reproducirlas.
RELATO.
Durante todo el año veníamos imaginando y pensando unas buenas vacaciones; el destino elegido e indiscutido era el norte argentino.
No contábamos con movilidad propia, así que optamos por el tren y combinar con ómnibus de larga distancia. Para movernos allá arriba: micros, colectivo, taxi y hasta camioneta de fletes.
También decidimos iniciarlas desde el extremo más lejano e ir bajando y recorriendo los distintos lugares a medida que disminuía el tiempo y los fondos, quedando así, cerca de Bs As.
No sabemos si se dio por una buena planificación, correcta racionalización del tiempo y dinero, o bien por suerte, pero cumplimos con lo planeado y agregamos otros varios lugares más.
El país pasaba por momentos muy difíciles; políticamente inestable y económicamente mucho peor. Los cambios de funcionarios y ministros de economía eran casi diarios.
Recuerdo que uno de ellos, de un solo toque,  aumentó un 100 % el valor de los combustibles;  no existían precios, tarifas, y además, nadie sabía que cobrar ni que pagar.
El verano no es la mejor época de viajar al norte: una por el calor, otra por las lluvias.
Nosotros lo teníamos decidido y pavadas de esa índole no nos hacía retroceder, así que nos fuimos al norte, donde la situación era peor.

Provincia de Salta.

Empezamos a bajar y nos mudamos a la ciudad de Salta. Nos ubicamos en un antiguo hotel colonial a unas cuadras del centro; gran patio con plantas, jarrones y flores, si hasta el respaldo de la  antigua cama era de hierro fundido y trabajado.

La ciudad no era lo que es hoy: mucho más pequeña, más tranquila, menos invadida, siempre colonial y señorial. Allí nos quedamos unos días para conocerla.

- Ciudad de Salta:

Ese mismo día hicimos una excursión en auto recorriendo el paseo Guemes, el parque  20 de Febrero o Campo de Castañares, el monumento al Gral M Quemes y la localidad veraniega de San Lorenzo.

Agregamos paseos por el Parque San Martín y el cerro San Bernardo en el teleférico.

También en alrededor de la Plaza 9 de Julio, la Iglesia Catedral (MHN), Iglesia y Convento de San Francisco (MHN), el Convento de San Bernardo (MHN), el Cabildo (MHN), Mercado Artesanal y algún museo que no recordamos.

Una noche a probar en el casino, pero sin suerte; nos entusiasma poco, solo para conocer.

Era temprano, en dos o tres mesas de ruleta jugaba poca gente. En la nuestra y otra vecina un joven apostaba alocadamente a todo: pleno, chance, color, docena, y no se que más.

Ganaba mucho y entregaba importantes propinas. Muy abultados los bolsillos de de su ropa con las fichas grandes. Los de su camisa, repletos con billetes de dinero. Nunca vimos nada igual.

Nos instaba a jugar con él, que era su día y pensaba hacer saltar las mesas.

Por supuesto no lo hicimos, le agradecimos y deseamos mucha suerte.
Después decidimos ir a comer a “La Casa de las Empanadas”, conocido comercio salteño en Bs  Ah! contábamos con la dirección de la casa en su ciudad de origen.
Era por la zona de la estación ferroviaria, oscura y bastante desértica. Unos conductores de camiones nos informaron como arribar; encontramos la calle y altura.
Lo que no ubicamos era el comercio, no había cartel ni vidriera que denotara su existencia.
Consultamos a un joven, parado en la entrada de autos de una vivienda, y nos respondió “es aquí, adelante, pasen” e indicaba dicha entrada.
Observamos varias mesas y sillas dispuestas a lo largo de la entrada y patio, luces encendidas, gente sentada.
Ingresamos sorprendidos, una vivienda familiar que funcionaba como negocio de empanadas. No era un comercio formal.
El joven oficiaba de mozo, su abuela Marta elaboraba las empanadas en la cocina de la casa.
Charlamos mientras cumplía el servicio con los comensales; llamó a su abuela, la presentó y  se sentaron con nosotros. Preguntamos como las elaboraba, dio datos sueltos y sin decir como.
Los invitamos a compartir la comida, no aceptaron, debían atender a los comensales.
Les sugerimos que eran de buena calidad…y muy ricas. Nos despedimos al salir. Que anécdota!!
Otra noche, cena y espectáculo en el famoso boliche folclórico de Valderrama, como reza la canción: a orillitas del canal.
- Excursión a Cafayate:
Una excursión de día completo, de la ciudad capital a la cuna del torrontés.
El recorrido es hacia el sur por RN 68 pasando por Cerrillos y El Carril; desvío al oeste por ruta de ripio al Embalse de Cabra Corral, La Viña, Alemanía, Quebrada del Río Las Conchas y Los Médanos.
El primer tramo de Cerrillos y El Carril, zona dedicada a la explotación del tabaco, mientras que después el camino corre bastante encajonado por vegetación que casi no permiten ver el paisaje. Se reemplazan los cultivos tabacaleros por campos de pastoreo.
Desde La Viña al sur comienza un bello camino sinuoso que pasa por Alemanía y penetra en la quebrada que lleva al valle calchaquí.
Alemanía, última estación del tramo del FC Belgrano, era un pintoresco poblado que aún tenía vida y esperanzas.
Un temporal destruyó gran parte de esa vía férrea, dependiendo solo de la comunicación vial.
La esperanza estaba puesta en su reconstrucción, cosa que nunca llegó y así fue decayendo.
Vimos sus rieles y durmientes retorcidos y elevados algunos mts de su original ubicación.
Continúa la quebrada con sus pintorescas y coloridas formaciones erosionadas, que le han asignado nombres por asociación con sus caprichosas formas.
Conocimos la Garganta del Diablo, El Anfiteatro, El Fraile, La Yesera, Los Castillos y más.
Finalmente, un inesperado paisaje de fina arena blanca que da origen a Los Médanos.
Tras recorrer una hermosa alameda y zona de viñedos, en la puerta de Cafayate, accedimos a conocer una famosa y tradicional bodega cafayateña.
Almorzamos en el centro, caminamos sus calles tomando fotos a las coloniales viviendas, visitando su plaza e iglesia.
Emprendimos el regreso con igual recorrido; vivimos un acontecimiento más.
Llegados al dique de Cabra Corral nos detiene una patrulla militar indagando sobre nuestra procedencia y destino. Al rato pasamos sin más inconvenientes.
El motivo: hallar el cuerpo del gobernador desaparecido misteriosamente. Nunca fue hallado.
Nos quedaron pendientes dos recorridos: San Antonio de los Cobres y Cachi.
Aún no había reiniciado los servicios el conocido Tren a las Nubes, suspendido en el verano.
No era posible llegara a Cachi: interrumpido el camino de la cuesta del Obispo por derrumbes provocados por las lluvias.
Lo lamentamos, pero formó parte de la promesa de volver. Que buena excusa, no!!!
Años después regresamos varias veces al norte y cumplimos con lo prometido.
Comentario final:
Conocimos localidades, pueblos y su gente que nos mostraron sus formas de vida y cultura; algunos quedaron para la próxima oportunidad.
Las fotografías tomadas fueron "diapositivas" y no estan en condiciones para agregarlas.
La etapa que viene es la Provincia de Tucumán.
Experiencia vivida por Carlos Massarutto y Susana Villa de Lomas del Mirador.

miércoles, 6 de mayo de 2020

Nuestro 1er VIAJE al NORTE ARGENTINO.
Inicio: Jujuy.
Ubicación geográfica: N. O. A.
 Datos:
*  Relato escrito en enero/2008.
* Fecha del viaje: marzo/1976.
* Integrantes: matrimonio de Carlos y Susana.
* Motivo: muchas ganas de conocer el norte argentino.
* Itinerario: Retiro a Jujuy (en tren, y luego todo en bus), Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, Córdoba, Rosario y regreso a casa.
* Extensión: 6.500  km.   Duración: 24 días.
Nota previa: escribimos este relato casi 32 años de haberlo realizado, basados solo en la memoria y sin contar con ninguna anotación que nos sirva de apoyo.
La fotografías obtenidas son "diapositivas" y no están en condiciones de reproducirlas.
RELATO.
Durante todo el año veníamos imaginando y pensando unas buenas vacaciones; el destino elegido e indiscutido era el norte argentino.
No contábamos con movilidad propia, así que optamos por el tren y combinar con ómnibus de larga distancia. Para movernos allá arriba: micros, colectivo, taxi y hasta camioneta de fletes.
También decidimos iniciarlas desde el extremo más lejano e ir bajando y recorriendo los distintos lugares a medida que disminuía el tiempo y los fondos, quedando así, cerca de Bs As.
No sabemos si se dio por una buena planificación, correcta racionalización del tiempo y dinero, o bien por suerte, pero cumplimos con lo planeado y agregamos otros varios lugares más.
El país pasaba por momentos muy difíciles; políticamente inestable y económicamente mucho peor. Los cambios de funcionarios y ministros de economía eran casi diarios.
Recuerdo que uno de ellos, de un solo toque,  aumentó un 100 % el valor de los combustibles;  no existían precios, tarifas, y además, nadie sabía que cobrar ni que pagar.
El verano no es la mejor época de viajar al norte: una por el calor, otra por las lluvias.

Nosotros lo teníamos decidido y pavadas de esa índole no nos hacía retroceder, así que nos fuimos al norte, donde la situación era peor.
·        Día 1- viernes 05/03/1976- inicio del viaje de ida en tren a la ciudad de trasbordo.
Nos permitieron trabajar hasta el medio día y así alcanzar el horario de salida del tren.
Fuimos hasta la estación del FC. Mitre de Retiro para abordar el expreso “Bs As-Tucumán”, en clase pullman con aire acondicionado.
Aparecen los primeros inconvenientes: un conflicto con los señaleros atrasó la salida en 2 o 3 horas, pero sin el aire acondicionado; clase pullman y ventanillas herméticas: un horno.
Detención en estación Colegiales, una hora y medía más para tratar de solucionar el problema.
Finalmente se inició el viaje, a baja velocidad y a medio caudal de aire, pero soportable.
Otra detención durante el trayecto sin saber por que; a media noche arribamos a Rosario con nueva demora para el cambio de la locomotora.
En la estación nos reunimos con familiares que fueron a esperarnos y saludarnos, la hermana menor de Susana no asistió por embarazo.
Prosiguió hacia el norte, cenamos en el comedor del tren y dormimos.
En Ceres, nueva detención y otra demora: se decía que la tripulación cenaba con otros colegas en instalaciones de la estación!!!
Seguimos durmiendo y esperando arribar a Tucumán.
Final de la jornada: inicio con contra tiempos, que por suerte se fueron solucionando; nosotros ansiosos de llegar al norte.
 ·        Día 2- sábado 06/03/1976- seguimos viajando a la ciudad de destino elegida.
Despertamos en la provincia de Santiago del Estero; una parada en La Banda y seguimos hacia San Miguel de Tucumán, donde arribamos al mediodía.
Allí finalizó el recorrido ferroviario, unos sándwiches de almuerzo, trasbordo al ómnibus de línea y partida hacia San Salvador de Jujuy, arribando alrededor de las 17:00 hs.
Nos ubicamos en un hotel cercano a la Iglesia de San Francisco y al centro de la ciudad.
Una recorrida a pie y buscar información en agencias de turismo para concretar excursiones.
No realizaban salidas; no había demanda ni tarifas ante los últimos aumentos producidos.
Sin poder concretar nada, cena y al descanso.
Final de la jornada: por fin iniciamos el esperado viaje; suponemos que no defraudará.
 ·        Días siguientes- del domingo 07/03/ al miércoles 24/03/1976- comienzo del recorridos de localidades y conocimiento de la zona, su gente y costumbres.
Nos quedamos varios días en San Salvador de Jujuy.
Luego el itinerario siguió por Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, Chilecito, La Cumbre y Rosario.
En cada una tratamos de aprovechar el tiempo al máximo y conocer la mayor cantidad de lugares posibles. Casi todas se pudieron concretar; en algunas pocas no fue posible.
Provincia  de Jujuy.
- Ciudad de San Salvador de Jujuy:
Empezamos a conocer la “Tacita de Plata” caminando por sus calles, observando el río Grande,  el Xibi Xibi o Chico, iglesias y edificios públicos.
Mientras visitamos estos lugares pensamos: “estamos pisando historia… por aquí pasaron civilizaciones, colonizaciones, luchas...”.
Aún hoy y en cada oportunidad de visitamos el norte, seguimos con ese pensamiento.
Algunas mañanas o tarde las dedicamos a la ciudad capital.
Alrededor de la principal Plaza Gral Belgrano se encuentran los edificios más importantes.
Visitamos la Iglesia Catedral de Jujuy (MHN) y admiramos el magnifico púlpito, el más importante del país y segundo de Sudamérica por su composición y rica ornamentación.
En la Casa de Gobierno recorrimos el Salón de la Bandera donde se guarda aquella que el Gral Belgrano donó al Cabildo de Jujuy el 25 de mayo de 1813 y el escudo nacional.
El Cabildo (MHN) de galería y recova, con arcos y torre. Actualmente es ocupado por el Departamento Central de Policía y un pequeño museo.
Muy cerca, el Colegio Nacional, el Hospital San Roque y algunos museos que visitamos.
Recorrimos la estación del FC Belgrano; lugareños de la quebrada y puna con sus típicos atuendos, varios niños, muchos bultos y algunos animales, aguardaban la salida del convoy hacia "arriba". Venden sus productos y vuelven con lo que tienen y les hace falta.
Sí, conocimos aquel modesto tren de “trocha angosta” que recorría toda la quebrada y puna jujeña, para transportar cargas y pasajeros a La Quiaca. Lo vimos circular por los delgados rieles de la estrecha vía, entre la ruta de ripio y el río Grande.
Una tarde nos fuimos en colectivo a la Quebrada de Humahuaca y dos días después regresamos en taxi, junto a otras dos personas.
- Lagunas de Yala, Terma de Reyes y Alto La Viña:
Nos despertamos tarde, ya por la tarde y buscamos algún lugar para comer. Encontramos un antiguo bar que nos ofreció empanadas y tamales con vino común Toro blanco; que almuerzo!!
En una agencia oportunamente visitada concretamos una excursión con un chofer de taxi.
Nos llevó a conocer las Lagunas de Yala, Termas de Reyes y Alto La Viña en ese orden.
Lo sugirió su  cordial conductor, que había vivido en Bs As, en Villa Devoto, y con quien entablamos muy buena relación.
El motivo era ganarle a la lluvia y pode subir a las lagunas. Era curioso trepar entre las nubes por un zigzagueante camino de montaña y arribar con sol a las lagunas de Yala.
El Hotel Termas de Reyes estaba abandonado -tiempo después fue rescatado y volvió a prestar servicios- el clima con ganas de mejorar.
El paisaje de los cerros, vegetación, pájaros, allá abajo el río y paz; como para no recordar!!
En Alto La Viña una tardecita de bastante sol con agradable temperatura y buenas vistas.
- A la Quebrada de Humahuaca:
Una jornada muy particular nos permitió conocer y vivir costumbres tradicionales.
Ante la imposibilidad de contratar algo, almorzamos temprano y fuimos a la terminal de micros para conocer horarios de salida hacia Humahuaca.
Abordamos un ómnibus (bueno…en definitiva lo era) de Empresa Atahualpa. Micro antiguo, asientos comunes, de motor interior y pasaje casi completo.
En la ciudad estaba nublado, gris, con amenazas de lluvias, pero nos dijeron allá "arriba" hay sol.
Ya cerca de las afueras de San Salvador tomamos la RN 9, todo ripio, no existía el asfalto.
En Volcán primera detención militar; subieron dos soldados para chequeo del pasaje y su documentación. Controlaron cada documento de identidad tomándose todo el tiempo del mundo; lo miraban como si fuera una escritura pública. No sabíamos si lo leían o se dormían parados.
Tal la demora que el conductor les dijo: “chei.. ¿pá cuando terminá?”. En silencio abandonaron el control, descendieron y seguimos viaje. Casi medio pasaje quedó sin revisar!!!. 
Una anécdota: Una pareja iba sentada en el primer asiento lado izquierdo.
El joven (creo que era brasileño) se cercó al conductor y le habló. Luego descendió, caminó unos 20 mts hacia el frente del colectivo, se paro de espalda al mismo, desabrochó su bragueta para dar salida a su necesidad y regresó a su asiento normalmente.
Habíamos entrado en la suave subida de la quebrada y empezó a asomar el sol, cada vez más fuerte, surgió una espléndida tarde y fresca, a medida que tomamos altura.
Tenían razón, y hasta resulta curioso como un accidente geográfico divide el clima en tan poca distancia. Allí abajo: nublado, llovizna; allá arriba: sol, calor y sequedad.
Este servicio del micro no ingresaba en ninguna localidad, solo paraba para ascensos y/o descensos sobre la ruta. Así vimos pasar todos los pueblos de la Quebrada, pero sí disfrutamos del espléndido paisaje.
La RN 9 de ripio discurría entre laderas de los cerros por un costado; del otro lado, la trocha angosta de la vía del tren FC Belgrano, un poco más allá y abajo el imponente río Grande y detrás el cordón de altas montañas del lado este. Un espectáculo.
Llegamos a Humahuaca (3.000 msnm) pasada media tarde y nueva sorpresa: era domingo de carnaval. Vivimos el carnaval de la Quebrada -la Diablada- con sus atuendos típicos, sus máscaras, collares de alimentos para la Pachamama, bailes, desfiles, harina, chicha y un clima festivo. Seguíamos por las calles al cortejo que con el Diablo al frente visitaba casa por casa.
Decidimos quedarnos para recorrer y regresar posterior a la cena. !!Bueno esa era la intención!!.
Caminamos sus calles, visitamos la Iglesia Catedral Nuestra Señora de la Candelaria y San Antonio (MHN), el Monumento a la Independencia, trepamos sus escalinatas y desde bien arriba observamos el horizonte tomando fotos, también el edificio de la Municipalidad, donde asoma en su torre al mediodía y media noche una imagen articulada de San Francisco Solano en gesto de impartir bendición, siendo un atractivo turístico.
Compramos unas postales en un comercio cercano al monumento donde dos niños de corta edad jugaban al ajedrez.!! Uno le decía al otro: “no chango, el pión come de costao”
Las despachamos desde el correo oficial.
La noche estaba fría, suerte que habíamos llevado camperas de abrigo. Fuimos al A.C.A. para comer, no había restaurante ni buffet.
Cenamos en un comedor simple y grande (creo que se llamaba El Quincho) con menú único de  sopa,  guiso y bebida.
Como era el guiso: el tenedor quedaba parado en el guiso, sin sostenerlo, !!
Nos corrimos a la pequeña plaza pircada donde unos chicos cantaban y tocaban sus quenas, charangos y bombos. Compartimos juntos buena parte de esa fría noche.
Volvimos a las 24 hs a la municipalidad para retratar la imagen de San Francisco. Creemos que serán pocos los que logren la foto nocturna.
No pudimos regresar; los micros bajaban de La Quiaca llegaban completos. Venían NO repletos,  sino apilados, viajaban colgados o como podían, hasta los guardabarros y capot del colectivo llevaba gente. Nunca vimos nada igual. ¿Cual el motivo de tanto pasaje? se dirigían a los bailes de carnaval de Tilcara, muy reconocidos en la quebrada.
Nos enteramos de la existencia de un colectivo vacío que esperaba la salida de los bailes en la madrugada, para partir hacia San Salvador.
Nos permitieron dormir en él y formamos parte del pasaje. Luego los viajeros dentro de la multitud éramos nosotros.
En el regreso comenzó la lluvia pero arribamos sin problemas a media mañana y a dormir.
Nunca olvidamos esta experiencia!!
- Nuevamente a la Quebrada de Humahuaca:
Ya en el centro se nos presentó una muy buena ocasión: dos ingenieros, que estaban de paso y querían conocer la quebrada de Humahuaca, nos consultan sobre posibilidades de excursiones.
Les contamos nuestra experiencia y sugerimos ir a la agencia para compartir el viaje en el taxi.
Hubo acuerdo con buen precio, el mismo auto y conductor para el día siguiente.
Ahora SI con comodidad, ya teníamos buena relación y diálogo con el conductor. Ingresamos y conocimos cada uno de los pueblos quebradeños. El taxista ofició de muy buen guía turístico,  informando y respondiendo a todo.
Vimos en Volcán como quedó detenido en tren con toda su carga y pasaje. Las lluvias en los cerros de dos días atrás arrastro lodo, piedras, agua y destruyó vías y señales.
Pasamos por Tumbaya e ingresamos en Purmamarca a conocer el pueblo, el cerro de los Siete Colores, su pequeña plaza, el cabildo y la Iglesia de Santa Rosa (MHN) con un confesionario de la época. Una pintura!!
Después se acercó Maimará con sus hermosas formaciones de colores contrastados, conocidas como las Paletas del Pintor y llegó Tilcara.
Aquí visitamos su plaza principal Álvarez Prado, su magnifico museo arqueológico y otros cercanos, la iglesia y el conocido Pucará (sitio fortificado en lugar elevado) reconstruido en la década del 50 y con hermosas vistas del paisaje.
Más adelante, un monolito en el punto donde cruza el trópico de Capricornio y luego Huacalera con su capilla que es MHN.
En Uquía ingresamos a conocer la Iglesia de San Francisco de Paula (otro MHN) donde una anciana, portando una antigua y enorme llave de hierro fundido, abrió sus puertas.
Finalmente llegamos a Humahuaca, a horario para asistir a la bendición de la imagen de San Francisco, en edificio de la Municipalidad. Ahora, como todos, también logramos fotos diurnas.
Almuerzo en una parrilla, donde grupo de jóvenes interpretaba música folclórica jujeña, con sobremesa y descanso: el calor era intenso.
Con sorpresa notamos que eran aquellos mismos chicos que compartimos su música noches atrás en la plaza pircada.
Pasó tiempo y los vemos retratados en tapa de la revista de un importante diario de Bs As.
Pasada media tarde iniciamos el regreso, ingresando en aquellos pueblos que habíamos salteado. Nos detuvimos en varios miradores a contemplar y sacar fotos.
Solicitado por el conductor, nos desviamos de la ruta para acceder a una quinta de cultivo de  verduras y frutas, en esos suelos y a esa altura!!.
Llenó el baúl del auto con muy poco dinero; repollos, cebollas y ajos arrancados de su tierra, otras verduras cortadas en el momento; no nos imaginamos cuanto labor demandan los cultivos en esos suelos y condiciones. Compramos unas manzanas que degustamos en el viaje.
Regresados a San Salvador, todos nos despedimos muy contentos y satisfechos con lo vivido.
Como no nos va a gustar visitar Jujuy!! Siempre lo tenemos presente.
La Promesa es volver pronto. Por suerte la cumplimos.
 Comentario Final.
Recorrimos distintas localidades o pueblos y conocimos mucha gente,
Nos mostraron sus costumbres y formas de vida, vivimos sus culturas.
Aprendimos y adquirimos buena experiencia.
Las fotogtafías obtenidas fueron "diapositivas" y no están en condiciones para agregarlas.
La siguiente etapa es la provincia de Salta.
Experiencia vivida por Carlos Massarutto y Susana Villa de Lomas del Mirador- Bs As.

Nuestro 1er VIAJE al NORTE ARGENTINO.
2da Etapa: Tucumán.
Ubicación geográfica: N. O. A.
 Datos:
*  Relato escrito en enero/2008.
* Fecha del viaje: marzo/1976.
* Integrantes: matrimonio de Carlos y Susana.
* Motivo: muchas ganas de conocer el norte argentino.
* Itinerario: Retiro a Jujuy (en tren, y luego todo en bus), Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, Córdoba, Rosario y regreso a casa.
* Extensión: 6.500  km.   Duración: 24 días.
Nota previa: escribimos este relato casi 32 años de haberlo realizado, basados solo en la memoria y  con alguna anotación de apoyo.
La fotografías obtenidas son "diapositivas" y no están en condiciones de reproducirlas.
RELATO.
Durante todo el año veníamos imaginando y pensando unas buenas vacaciones; el destino elegido e indiscutido era el norte argentino.
No contábamos con movilidad propia, así que optamos por el tren y combinar con ómnibus de larga distancia. Para movernos allá arriba: micros, colectivo, taxi y hasta camioneta de fletes.
También decidimos iniciarlas desde el extremo más lejano e ir bajando y recorriendo los distintos lugares a medida que disminuía el tiempo y los fondos, quedando así, cerca de Bs As.
No sabemos si se dio por una buena planificación, correcta racionalización del tiempo y dinero, o bien por suerte, pero cumplimos con lo planeado y agregamos otros varios lugares más.
El país pasaba por momentos muy difíciles; políticamente inestable y económicamente mucho peor. Los cambios de funcionarios y ministros de economía eran casi diarios.
Recuerdo que uno de ellos, de un solo toque,  aumentó un 100 % el valor de los combustibles;  no existían precios, tarifas, y además, nadie sabía que cobrar ni que pagar.
El verano no es la mejor época de viajar al norte: una por el calor, otra por las lluvias.
Nosotros lo teníamos decidido y pavadas de esa índole no nos hacía retroceder, así que nos fuimos al norte, donde la situación era peor.

Provincia de Tucumán.
Llegamos al medio día, nos ubicamos en un hotel que los conductores del ómnibus nos recomendaron. Era sencillo, tranquilo y familiar y cercano al centro.
Almorzamos en un bar frente a la plaza principal; planeamos y contratamos excursiones.
- Ciudad de San Miguel de Tucumán:
Se nos asemejó a Bs As, muy febril, gente corriendo por sus calles céntricas, haciendo gestiones, trámites con portafolios en mano, en las confiterías o bares tomando café y tratando negocios.
Recorrimos la zona histórica: la Plaza Independencia, en su centro esta la estatua de la Libertad obra de la escultora tucumana Lola Mora, la Iglesia Catedral (MHN), Iglesia y Convento de San Francisco (otro MHN), la casa de gobierno, Museo Histórico Provincial Casa de Avellaneda (MHN), museo folclórico, Parque 9 de Julio, etc.
En las mañanitas o al final de tardes, solíamos sentarnos en los bancos de la plaza, al fresco, observando la actividad de la gente y contemplando sus antiguos edificios.
Una noche a conocer el casino, Susana quería desquitarse del de Salta.
Lo logramos, ella apostaba y yo administraba; volvimos con algo más de lo que ingresamos.
Una curiosidad:
Después de medio día, descansamos en el hotel dejando pasar el intenso calor. Nuestra ventana daba a una casa vecina. Se escuchaba conversar a una pareja.
Ella le dijo: “negro te cibás uno mate”. Empezó a oírse el clik, clik del chispero. Al rato clik, clik. Otra vez clik, clik. Un rato más largo nuevamente el clik, clik, y otra, y otra vez. Nos reíamos.
Un silencio prolongado y él pregunta “negra, ¿tení los fósforo?”. Éramos ya carcajadas!!.
Otra curiosidad: observamos muchos carteles que rezaban “guardería” y nos preguntamos ¿tanta necesidad de dejar los niños?
Detectamos que no eran jardines de infantes, sino cocheras. Cada cual con su vocabulario!!
- Casa Histórica de la Independencia (MHN):
Una tarde noche asistimos al espectáculo de Luz y Sonido en la Casa Histórica.
Allí se relata y teatraliza los acontecimientos históricos vinculados con la declaración de la independencia nacional.
No existen actores; el público va pasando por patios e ingresando en salas a través del relato y del sonido, mientras los juegos de luces acompañan las situaciones.
El final ocurre en la sala principal -la de la Independencia Nacional- con la declaración.
Se oye perfectamente el crujido de apertura de puertas, los pasos al caminar por las tablas, las voces de los miembros de la junta y hasta el sonido de las plumas en la acción de firmar el acta.
Un hermoso recuerdo de todo aquello leído y estudiado en los libros y en la escuela, como así también, tener y ver su conocida fachada, caminar y pisar los mismos patios y salas.
- San Javier y Villa Nougués:
Después de una corta siesta salimos en un micro corto unas 12 o 15 personas, entre ellas 3 señoras mayores de edad de vacaciones en termas de Taco Ralo, al sur de la provincia.
En dirección oeste tomamos por la avenida Mate de Luna y fuimos a conocer las sierras de San Javier por un paulatino ascenso al cerro en medio de una exuberante vegetación.
En el punto máximo -1.250 msnm- giramos al sur hacia Villa Nougués. Visitamos su Cristo en la cumbre del cerro con hermosa vista panorámica de la ciudad.
Una patrulla militar nos detiene para registro del vehículo, bolsos y control de documentación.
Las tres señoras mayores no portaban sus (cédulas) documentos, sí encontraron unos cubiertos que habían extraviado; los militares les omitieron el chequeo.
Nos detenemos en un boscoso paraje a contemplar el paisaje: tupida vegetación en las laderas, un puente colgante que cruza el arroyo, silencio, solo cantos de pájaros. Hermoso.
El guía comenta: tiempo atrás con un contingente de turistas estaban visitando éste sitio. Algunas personas, como lo hicimos nosotros, cruzaban enfrente por el puente colgante. Comenzaron a oír disparos de armas de fuego; una patrulla militar los efectuaba. Todos corrieron y cuerpo a tierra  dentro de la vegetación. Pasó el susto e inmediato regreso. Nadie deseó continuar de excursión.
No se observaron atacantes ni atacados.
- al dique El Cadillal:
Fuimos a conocer el dique El Cadillal. En el acceso de ingreso el micro tiene un desperfecto y no puede continuar.
Otro micro de la agencia, que venía detrás, llevó su pasaje hasta el dique y regreso para hacer lo mismo con nosotros. Luego volvió a solucionar el problema mecánico de nuestra unidad.
Visitamos el embalse, su museo, instalaciones, disfrutamos de la tarde de sol y emprendimos el regreso a la ciudad.
A mitad del camino de acceso un batallón militar nos detiene: vallas en zigzag dispuestas sobre el asfalto impedían la libre circulación; a ambos lados, soldados apostados cuerpo a tierra con ametralladoras de pie en posición de ataque; en el final del piquete, una patrulla con fusiles en mano listos para tirar. ¿Que pasa, nos preguntamos?
Todos abajo y en ordenada fila, con los bultos en el piso. Uno por uno, revisión y control.
Las tres señoras mayores que no portaban documentos rezaban...
No existieron inconvenientes y finalmente seguimos viaje, pasando entre otras vallas y más soldados apostados entre la vegetación con sus armas listas. Como para escapar!!!
- a Tafí del Valle:
Fuimos a conocer parte de los Valles Calchaquíes, en particular esta localidad entre montañas.
Asfalto hasta Acheral por RN 38 al sur y desvío por RP 307, toda de ripio en aquella época.
Allá entonces, Tafí del Valle era un pueblo bastante pequeño, tradicional y algo turístico; con sus  calles de tierra, no recordamos pavimento.
Para llegar nos metimos por la selva tucumana, ingresamos en la quebrada del río Los Sosa; luego empezó el camino de cornisa con cerradas curvas, vegetación y el río allí abajo.
Pasamos por El Indio, una estatua en el lugar “fin del mundo” por una curva muy cerrada en saliente sobre el barranco.
Luego La Heladera, un recodo donde no penetra el sol con una pequeña cascada.
Cambia la vegetación, desaparecen los grandes árboles y comienza los pastos y matorrales en las laderas más altas.
No recordamos la existencia de la actual población de El Mollar ni el embalse La Angostura.
Almorzamos en Tafí, caminamos sus calles y nos corrimos hasta el río del Chusqui, a gozar del agua entre las piedras y unos chapuzones para mitigar el calor.
Regresamos por el mismo recorrido, se hizo otra larga vuelta.
Siempre latentes de que no surja  ninguna detención ni control militar. Era zona de plena actividad guerrillera. Por suerte y con suerte, llegamos sin inconvenientes.
También nos agradó esta provincia, pero Jujuy sigue en primer orden.
Comentario:
Hasta aquí llegaba nuestro objetivo, solo nos quedaba pasar por La Cumbre, en Córdoba.
Veníamos bien y decidimos recalar previamente en Catamarca y La Rioja.
Una mañana partimos en colectivo, Mercedes Benz, los denominados "curvos" de origen brasileño, hacia  San Fernando del Valle de Catamarca.
Otra curiosidad tucumana: el conductor tocaba la bocina oprimiendo un pedal en el piso, nada en el volante.
Comentario final:
Conocimos localidades, pueblos y su gente que nos mostraron sus formas de vida y cultura; algunos quedaron para la próxima oportunidad.
Las fotografías tomadas fueron "diapositivas" y no estan en condiciones para agregarlas.
La etapa que viene es la Provincia de Catamarca.
Experiencia vivida por Carlos Massarutto y Susana Villa de Lomas del Mirador.

Nuestro 1er VIAJE al NORTE ARGENTINO.
3ra Etapa: Catamarca.
Ubicación geográfica: N. O. A.
 Datos:
*  Relato escrito en enero/2008.
* Fecha del viaje: marzo/1976.
* Integrantes: matrimonio de Carlos y Susana.
* Motivo: muchas ganas de conocer el norte argentino.
* Itinerario: Retiro a Jujuy (en tren, y luego todo en bus), Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, Córdoba, Rosario y regreso a casa.
* Extensión: 6.500  km.   Duración: 24 días.
Nota previa: escribimos este relato casi 32 años de haberlo realizado, basados solo en la memoria y sin contar con ninguna anotación que nos sirva de apoyo.
RELATO.
Durante todo el año veníamos imaginando y pensando unas buenas vacaciones; el destino elegido e indiscutido era el norte argentino.
No contábamos con movilidad propia, así que optamos por el tren y combinar con ómnibus de larga distancia. Para movernos allá arriba: micros, colectivo, taxi y hasta camioneta de fletes.
También decidimos iniciarlas desde el extremo más lejano e ir bajando y recorriendo los distintos lugares a medida que disminuía el tiempo y los fondos, quedando así, cerca de Bs As.
No sabemos si se dio por una buena planificación, correcta racionalización del tiempo y dinero, o bien por suerte, pero cumplimos con lo planeado y agregamos otros varios lugares más.
El país pasaba por momentos muy difíciles; políticamente inestable y económicamente mucho peor. Los cambios de funcionarios y ministros de economía eran casi diarios.
Recuerdo que uno de ellos, de un solo toque,  aumentó un 100 % el valor de los combustibles;  no existían precios, tarifas, y además, nadie sabía que cobrar ni que pagar.
El verano no es la mejor época de viajar al norte: una por el calor, otra por las lluvias.
Nosotros lo teníamos decidido y pavadas de esa índole no nos hacía retroceder, así que nos fuimos al norte, donde la situación era peor.
- En provincia de Catamarca.
Abordamos un ómnibus y dejamos atrás la ciudad de Tucumán.
Tomó por RN 38 al sur, asfaltada, traspasando por pequeñas localidades: serían Monteros, Aguijares, Villa Alberdi, La Cocha.
Desapareció el pavimento y seguimos por tierra hasta San Fernando entre pueblitos muy insignificantes. Humildes casas de adobe a ambos lados de las angostas calles sin veredas.
Casi  no existía espacio hasta colectivo. Detrás una gran polvareda y algunos chicos descalzos saludaban desde los costados.
Se vino la cuesta del Totoral, estrecha, de tierra, con una buena trepada, curvas y contra curvas. La recorrimos varios años después: ancha, dos manos, asfaltada, ahora  nos pareció insignificante.
Allí, el chófer daba patadas a la bocina en el piso mientras giraba el volante con ambos brazos. Entendimos el por que de su ubicación en ese lugar, tenía que dejar libre los brazos.
Poco antes de arribar, observamos a nuestra izquierda, en varios niveles distintos, un camino que trepa por la ladera. Que bárbaro!!
Un taxista nos recomendó y llevó a una casa de familia que disponía de algunas habitaciones con baño privado, para alojar viajantes. Tomamos una de ellas, linda, simple y económica, a pocas cuadras del centro.
Almorzamos en una parrilla, un kilo de helado al fresco y a la casa, hacia mucho calor, en las tardes rondaba entre los 35 grados.
- San Fernando del Valle de Catamarca:
Una ciudad tranquila, apacible, de gente sencilla y amable, mucho más pequeña que la actual.
Cercano y alrededor de su frondosa plaza principal 25 de Mayo se ubican las principales instituciones y casas.
Visitamos la Iglesia, Basílica y Santuario de Nuestra Señora del Valle (MHN), que venera la Virgen del Valle de Catamarca, importante centro de peregrinación católica del país.
Grande, muy linda, con importantes obras y bóvedas.
Al Camarín de la Virgen se ingresa por el lateral de la santería y permite apreciar de cerca la imagen y cúpula de la iglesia.
Adjunta esta la Casa de Gobierno y enfrente el Banco Nación, donde con mucha sorpresa (de ellos) nos cambiaron cheques del viajero que portábamos.
Muy cerca, el obispado, poder judicial, casa del Gdor Herrera, museo arqueológico y otros.
La Iglesia Convento y Museo de San Francisco (MHN) con la estatua en el atrio de fray Mamerto Esquiú, donde se conserva su corazón en una urna de vidrio y se preserva su celda.
Leíamos el diario en la plaza tomando aire fresco: las cosas iban de mal en peor.
Una mañana, una señora muy amablemente nos solicita permiso para leer las noticias.
Charlamos, comentarios sobre la actualidad y sufrimientos, escaseo de alimentos y dinero, quejas hacia los gobernantes, “no hacen nada por los pobres”.
Nos cuenta que no compra el diario, lee de prestado cuando lo consigue. Compra leche cara pues tiene un bebé, azúcar cuando se puede y consigue.
Le obsequiamos el diario que no lo quería aceptar; insistimos y accedió.
Vestida sencilla y con decoro, no mendigaba; digamos que era de clase media.
Nos quedamos callados y pensando..., era muy duro!!
- al Dique Las Pirquitas:
Averiguamos horarios y tomamos un colectivo local. Uno de sus recorridos llegaba y nos dejaba bastante cerca;  quedaba tiempo suficiente para el regreso.
Junto a otra pareja caminamos hasta un punto donde el camino giraba y se abría lo suficiente para ingresar por un extremo del coronamiento.
Decidimos ir por el descampado hasta el murallón de sostén y trepar entre las piedras para llegar arriba. Un esfuerzo, pero éramos jóvenes aún.
Nos encontramos con el hermoso embalse de agua con fondo de montañas y hermosas vistas.
También nos encontramos con tres sujetos en dos automóvil Ford Falcon, personas de pelo corto, bigote y buena panza; pescando disimuladamente a pleno rayo de sol y fuerte calor.
Muy poco dialogo: ¿andan de paseo?. Sí, conociendo.
Para la vuelta optamos por el camino más fácil y el más largo: el del acceso normal. Caminamos bastante. Nos sobrepasaron los Falcón. ¿Terminó la pesca?
Frente a la parada había un pequeño bar; nos sentamos a la sombra bajo un árbol y calmamos  apetito y sed. Llegó el colectivo, lo dejamos pasar por tener otro viaje posterior.
Comentarios sobre la vigilancia padecida.
- a la cuesta del Portezuelo:
Una mañana contratamos una excursión a la famosa cuesta, motivo de una conocida zamba.
Viajamos con unas pocas personas más en un vehículo no muy grande.
Con sorpresa notamos que era la misma trepada que observamos al llegar a San Fernando.
Iniciamos el impresionante ascenso por un angosto y sinuoso camino de ripio, Algunos espacios para detenerse con magníficos panoramas del valle y la ciudad. Discurre por la ladera occidental de la sierra Ancasti -la de  mayor pendiente- y alcanza una altura de 1.680 msnm.
El emocionante su ascensión, el camino zigzaguea vertiginosamente entre la vegetación para ganar altura. Existen algunos miradores con excelentes vistas del valle, cerrado en su frente por la larga  sierra de Ambato.
Se suceden los distintos niveles del camino, uno por encima del otro, y otro más, y más cuando se cambia de ladera, parece que no concluyen.
En la cima, el puesto del cuidador de la antena re transmisora. Allí tomamos mate cocido con galletas, a propina voluntaria. Todos aportamos y cuesta abajo para el regreso.
En octubre /2007 repetimos esa trepada, ahora asfaltada, pero brindando la misma sensación.
- a El Rodeo:
Otro día, también en colectivo nos corrimos a conocer esta villa rodeada de cerros.
Recorriendo la quebrada de El Tala, por camino de ripio, sinuoso y encerrado, con vistas interiores de la sierra de Ambato, su mayor altitud de 1.664 msnm y entre lomadas llegamos a El Rodeo zona de plantaciones de nogales.
Caminamos sus calles de tierra y en una casa consultamos para adquirir y probar algunas nueces.
Nos invitan a pasar, charlamos sentados a la sombra de las plantas, tomamos mate.
Nos convidan con dulce de membrillo, de color amarillento claro (semejante al de batata) que se elabora en casa solo con la fruta y sin incluir cáscara o semillas.
Pensando algún volumen importante, nos consultan por la cantidad de nueces que queríamos comprar. Nosotros, medio sorprendidos contestamos: “uno o dos kilos, para probarlas y llevar algunas a casa”. Ahora los sorprendidos fueron ellos.
Nos contaron sobre las maniobras que sufrían los pequeños nogaleros de la zona.
Gente muy importante (mencionó a un ex ministro de la cancillería) acordaba y se aseguraba la compra total de la producción de la zona.
Llegada la época no se la retiraba. Pasaba el tiempo e igual. Al final se producía la venta a precio muy inferior, debido a la necesidad de los productores. ¿Que buena gente, no?
Al retirarnos (se acercaba el horario del colectivo) nos entregan una bolsa grande, llena de nueces enormes. No nos querían cobrar; finalmente fijaron un precio muy barato, como para decir que fue una venta. Saludos y despedida.
Regreso por idéntico recorrido, dormimos un poco. Las nueces ocuparon todo un bolso (el destinado al calzado). Llegaron a Bs As, nuestra familia las saborearon. Ninguna mala.
Conocíamos poco de esta provincia, nos sorprendimos mucho; la apreciamos.
Comentario Final.
Recorrimos varias localidades y pueblos y conocimos su gente.
Nos mostraron costumbres y formas de vida, vivimos sus culturas.
Aprendimos y adquirimos buena experiencia.
Las fotogtafías obtenidas fueron "diapositivas" y no están en condiciones para agregarlas.
La siguiente etapa es la provincia de La Rioja.
Experiencia vivida por Carlos Massarutto y Susana Villa de Lomas del Mirador- Bs As.

Nuestro 1er VIAJE al NORTE ARGENTINO.
4ta Etapa: La Rioja.
Ubicación geográfica: N. O. A.
 Datos:
*  Relato escrito en enero/2008.
* Fecha del viaje: marzo/1976.
* Integrantes: matrimonio de Carlos y Susana.
* Motivo: muchas ganas de conocer el norte argentino.
* Itinerario: Retiro a Jujuy (en tren, y luego todo en bus), Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, Córdoba, Rosario y regreso a casa.
* Extensión: 6.500  km.   Duración: 24 días.
Nota previa: escribimos este relato casi 32 años de haberlo realizado, basados solo en la memoria y sin contar con ninguna anotación que nos sirva de apoyo.
La fotografías obtenidas son "diapositivas" y no están en condiciones de reproducirlas.
RELATO.
Durante todo el año veníamos imaginando y pensando unas buenas vacaciones; el destino elegido e indiscutido era el norte argentino.
No contábamos con movilidad propia, así que optamos por el tren y combinar con ómnibus de larga distancia. Para movernos allá arriba: micros, colectivo, taxi y hasta camioneta de fletes.
También decidimos iniciarlas desde el extremo más lejano e ir bajando y recorriendo los distintos lugares a medida que disminuía el tiempo y los fondos, quedando así, cerca de Bs As.
No sabemos si se dio por una buena planificación, correcta racionalización del tiempo y dinero, o bien por suerte, pero cumplimos con lo planeado y agregamos otros varios lugares más.
El país pasaba por momentos muy difíciles; políticamente inestable y económicamente mucho peor. Los cambios de funcionarios y ministros de economía eran casi diarios.
Recuerdo que uno de ellos, de un solo toque,  aumentó un 100 % el valor de los combustibles;  no existían precios, tarifas, y además, nadie sabía que cobrar ni que pagar.
El verano no es la mejor época de viajar al norte: una por el calor, otra por las lluvias.

Nosotros lo teníamos decidido y pavadas de esa índole no nos hacía retroceder, así que nos fuimos al norte, donde la situación era peor.
- En provincia de La Rioja.

Dejamos contentos San Fernando del Valle y nos fuimos, en ómnibus, a la capital riojana; nos instalamos en un pequeño hotel.

- Ciudad de La Rioja:

Vimos una ciudad casi sin actividad, de pobladores ausentes, la notamos sin vida propia.
Fuimos a una oficina pública (como si fuera de informes turísticos) para saber que hacer.
La respuesta fue “aquí, nada… la plaza, iglesia…hay que ir para otro lado”. Decepción.
Igualmente visitamos la Iglesia Catedral, santuario de San Nicolás de Bari, ubicada frente a la plaza principal 25 de Mayo. También la casa de gobierno, club social y teatro.
Dejamos pasar el día, sacamos pasajes en la terminal, cena y a dormir.
En la mañana siguiente partimos hacia Chilecito, en colectivo y con calor.
Para cruzar desde la ciudad capital a Chilecito, es necesario ir al sur por RN 38 hasta Patquía y virar hacia el NO, por la RN 74.
No recordamos si eran de asfalto, probablemente no. Sí tenemos presente la parada en Patquía.
Un lugar desolado: tierra, polvo, arena y calor. El parador, una humilde casa rancho, el baño??,  allá en el fondo… un cuchitrilo de madera y chapa, puerta de cortina y… mejor olvidar!!
No consumimos nada y aguantamos hasta Chilecito.
- Ciudad de Chilecito:
Llegamos, lo primero: fuimos al baño, y nos ubicamos cercano al centro. Volvió el optimismo a nosotros.
Chilecito era un pueblo pequeño, agradable, muy tranquilo, verde, montañas, sol y calor.
Ubicada al pie de la sierra de Famatina, zona de viñedos y colonias agrícolas, con avatares de la minería riojana, es hoy un importante centro turístico y segunda ciudad de la provincia.
Concurríamos a los bares frente a la plaza principal Domingo F Sarmiento a tomar algo para mitigar el calor. Visitamos su iglesia Sagrado Corazón de Jesús y otras instituciones más.
Caminando nos corríamos hasta la zona de parques y montañas, descansando a la sombra de la vegetación. Visitamos Samay Huasi, la casa que perteneció al Dr Joaquín V González, en reparaciones, hoy es museo y hotel??.
- Cuesta de Miranda:
No ubicamos a la única persona que hacía excursiones en Chilecito. No conseguíamos su  dirección ni teléfono. Todo era “debe andar por ahí… ya va a venir”.
Caminando por la zona donde nos informaron que vivía encontramos estacionada una antigua camioneta Estanciera, marca IKA, con un cartel que consignaba: “Fletes”.
Nos miramos, tocamos timbre y preguntamos: ¿Cuánto cobra por ir hasta la cuesta de Miranda?
Nos repregunta: ¿Cuántos kilos hay que transportar?  Calculé la suma y contesto: “más o menos unos 130 kg”. Nos indaga: ¿Qué hay que llevar? “A nosotros dos, queremos conocer la cuesta”.
Se sorprendió, acordamos precio y horario.
Al partir nos dice ¿puede ir mi señora también? No hay problema, salimos los cuatro de paseo.
Chilecito y Villa Unión se encuentran en dos valles paralelos, pero divididos por el imponente cordón serrano del Famatina. La cuesta de Miranda es  el camino que las une y representa el principal atractivo del trayecto.
Para llegar a ella es necesario tomar la RN 40 -creo que era de ripio- hacia Nonogasta y encarar la subida hasta el punto más elevado de 2.020 msnm, para descender hacia el otro lado.
Crearon fincas en los valles con sistemas de regadío para favorecer los cultivos.
A ambos lados del rojo camino colgaban los racimos de uva de las parras de los viñedos.
Paramos, cortamos dos o tres y comimos, hacía calor y estaban calientes.
La cuesta es una excelente obra construida en la década del 20; tiene sinuosos caminos de curvas bien trazadas, parapetadas con importantes murallones que protegen de las profundas hondonadas con un hermoso colorido rojo de las estratificaciones cercanas, otras verde oscuro y las últimas en suaves azulinos.
Regresamos por el mismo camino, hacía mucho calor, nos despedimos.
Fuimos a tomar algo bien frío en un bar de la plaza para mitigar la sed.
Después entendí que uva caliente y cerveza fría no es una buena combinación.
Siempre comentamos esta expedición en familia con un transporte de carga.
Notamos que en esta provincia no tuvimos requisas militares. ¿Estarán enterados?
Seguimos con nuestro itinerario. Buen recuerdo de esta ciudad. Volvimos años después.
La siguiente etapa es la la localidad de La Cumbre, Córdoba.
Comentario Final.
Recorrimos la capital y la ciudad mas agradable y linda. Otras localidades vecinas, participamos con  su gente e historia y disfrutamos del paisaje.
Conocimos sus costumbres y formas de vida.
Aprendimos y adquirimos buena experiencia.
Las fotogtafías obtenidas fueron "diapositivas" y no están en condiciones para agregarlas.
Experiencia vivida por Carlos Massarutto y Susana Villa de Lomas del Mirador- Bs As.



Nuestro 1er VIAJE al NORTE ARGENTINO.
5ta Etapa: La Cumbre-  pcia de Córdoba.
Ubicación geográfica: N. O. A.
 Datos:
*  Relato escrito en enero/2008.
* Fecha del viaje: marzo/1976.
* Integrantes: matrimonio de Carlos y Susana.
* Motivo: muchas ganas de conocer el norte argentino.
* Itinerario: Retiro a Jujuy (en tren, y luego todo en bus), Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, Córdoba, Rosario y regreso a casa.
* Extensión: 6.500  km.   Duración: 24 días.
Nota previa: escribimos este relato casi 32 años de haberlo realizado, basados solo en la memoria y sin contar con ninguna anotación que nos sirva de apoyo.
RELATO.
Durante todo el año veníamos imaginando y pensando unas buenas vacaciones; el destino elegido e indiscutido era el norte argentino.
No contábamos con movilidad propia, así que optamos por el tren y combinar con ómnibus de larga distancia. Para movernos allá arriba: micros, colectivo, taxi y hasta camioneta de fletes.
También decidimos iniciarlas desde el extremo más lejano e ir bajando y recorriendo los distintos lugares a medida que disminuía el tiempo y los fondos, quedando así, cerca de Bs As.
No sabemos si se dio por una buena planificación, correcta racionalización del tiempo y dinero, o bien por suerte, pero cumplimos con lo planeado y agregamos otros varios lugares más.
El país pasaba por momentos muy difíciles; políticamente inestable y económicamente mucho peor. Los cambios de funcionarios y ministros de economía eran casi diarios.
Recuerdo que uno de ellos, de un solo toque,  aumentó un 100 % el valor de los combustibles;  no existían precios, tarifas, y además, nadie sabía que cobrar ni que pagar.
El verano no es la mejor época de viajar al norte: una por el calor, otra por las lluvias.
Nosotros lo teníamos decidido y pavadas de esa índole no nos hacía retroceder, así que nos fuimos al norte, donde la situación era peor.
- En provincia de Córdoba.
Dormimos en el camino y arribamos de mañana bien temprano; el viaje sin detenciones ni problemas.
- Ciudad de La Cumbre:
Aquí disponíamos de un chalet; un amigo nos facilitó la estadía. Un taxi allí nos dejó.
Ubicado a algunas cuadras, entre el centro y el Cristo Redentor, sobre un pequeño arroyo.
Dormimos y descansamos, hacia algo de frío; nos levantamos a primeras horas de la tarde.
¿Que almorzamos?, voy al centro a ver que encuentro. Veo un comercio abierto, la radio en alto volumen, música rara, parecía una marcha militar.
Pregunto: ¿Qué pasó?;  contestó: “Por fin vamos a tener nuevo gobierno, no se enteró”.
“No, recién llego, vengo viajando, sabía lo mal que estaba, pero nada más.”
Me dice “no cayó, lo tiramos, se acabó, ahora va a ser distinto..., que ¿anda de luna de miel?.”
Sin mencionar nada más, compré alimentos y regresé a almorzar, comento lo sucedido.
Las estadías en esta villa serrana fueron de descanso: caminatas, paseos a los cerros, al Cristo, la capilla de San Roque, balneario, el golf, etc.
Partimos de noche en ómnibus, destino: Rosario.
- Ciudad de Córdoba:
De madrugada, cercano al ingreso de la ciudad capital volvemos a ser detenidos.
Una buena cantidad de militares con carpa de campaña, armamento pesado, oficiales de nivel, oficiales comunes, suboficiales menos comunes, tropas y otros de civil cortaban la ruta.
Todos abajo con documentos, bolsos de mano y en fila frente a ellos, conductores incluidos.
Varios potentes reflectores nos iluminaban. Uno por uno y en tiempo suficiente fuimos controlados: los documentos eran chequeados contra un listado que poseían; los bolsos los hacían vaciar y verificaban el contenido. Por OK nos corrían a un costado y pase el siguiente.
Solo con un pasajero hubo demora y mayor control del documento; también era indagado. Pasó y supimos que algo no concordaba con sus listas.
El ómnibus ingresó a la terminal, estaba desértica, sin pasajeros. Patrullando, muchos militares armados la recorrían. Pensamos si era un film americano sobre la 2da guerra mundial.!!
Seguimos viaje, creo que no dormimos; esto también lo recordamos.

Nuevo destino: a visita familiar en Rosario. La hermana menor de Susana estaba embarazada y próxima a tener familia.
Comentario Final.
Un poco de descanso y caminatas por una ciudad ya conocida.
Novedades: el final del gobierno y comienzo, nuevamente, del período militar.
Repeticiones de los controles personales.
Las fotogtafías obtenidas fueron "diapositivas" y no están en condiciones para agregarlas.
Experiencia vivida por Carlos Massarutto y Susana Villa de Lomas del Mirador- Bs As.