miércoles, 28 de octubre de 2015

Paso cordillerano de AGUAS NEGRAS.
Ubicación: NO de la pcia de San Juan.
Relato escrito en junio/2005.
Datos:Fecha del viaje: Febrero/2.002
Integrantes: 2 personas: Carlos y Susana (un matrimonio de recientes abuelos), en auto convencional –Renault 9 Std. Año 1994.
Itinerario: Bs. As., Potrero de los Funes, ciudad de San Juan, San José de Jáchal, Pismanta, Barreal, ciudad de San Juan, San Agustín del Valle Fértil, La Falda y Buenos Aires.
Extensión: 4.300 kms. En 12 días.
Relato de la excursión:Veníamos desde San José de Jachal hacia El Rodeo por RN 150, asfaltada con dirección E – O, -por la famosa Cuesta del Viento- y nos alojamos en el Hotel Termal de Pismanta, para en la mañana del siguiente día hacer el paso internacional de Aguas Negras con 4.780 m.s.n.m.Día 6- 8:00 Hs desayuno y a Las Flores (5 km por RN 150 N – S) para combustible, víveres, gaseosas/agua mineral y masticables.
Seguimos por RN 150 con destino al Paso de Aguas Negras (94 km en dirección este - oeste).
Nota: ¿por que “Aguas Negras”?.
Visión que se tiene del agua que discurren por las rocas negras del glaciar. Estas rocas negras y pulidas dan al agua cristalina un engañoso color negro por el cual le ha valido el nombre.
El primer tramo (35 km) son de asfalto y a 7 km se cruza el puesto de aduana, para luego seguir por una larga recta por la desnuda planicie con vistas a la cordillera nevada.
A los 25 km se arriba al pie del macizo cordillerano y se continúa por la angosta quebrada del Agua Negra, junto al arroyo, e internándose en la cordillera de Olivares, uno de los cordones de la cordillera Frontal.
Sigue el paisaje encajonado y sinuoso, siempre junto al arroyo, que ofrece pequeños rincones para detenerse a matear y/o descansar próximo al puesto de gendarmería de Arrequintín.
Se dejó el asfalto aproximadamente en Guardia Vieja y se continua por un buen ripio, todo en ascenso, sin grandes dificultades, muy pintoresco, con rocas de variado colorido que siempre avanza junto al arroyo de Aguas Negras (con bordes escarchados) hasta arribar al paso fronterizo con Chile a una altura de 4.780 msnm.

Un dato: gendarmería y aduana permite el paso sin cumplir los trámites de salida del país, para el caso de recorrer la ruta, conocer y volver antes del horario de cierre (18:00 hs).
Solo retienen los documentos personales y del automóvil que son reintegrados en el regreso.
En el paso internacional, y como homenaje a n/ país, gozamos un poderoso mate y charla con un grupo de europeos de regreso a La Serena- Chile.

Luego de un corto paseo por lado chileno (que no es tan vistoso en esa altura) regresamos en bajada hasta la aduna de Arrequintín, para reintegro de los documentos retenidos, alrededor de las 15:00Hs.
Durante el ascenso, se agrandan cada vez mas, los manchones blancos de hielo que divisamos desde el llano.
Sigue así hasta tenerlos a mano a la vera del camino; es posible tocar las formas congeladas de los eternos “penitentes” y hasta circular con el auto entre ellos. IMPAGABLE.
Allí en ese puesto realizamos control de frenos del coche (luego digo el por qué) y almorzamos bajo los árboles junto al arroyo y descanso.
Aprox. 17:30 Hs. continuamos el regreso con parada y charla en gendarmería para comentar el paseo realizado.
En este lugar, volvimos la mirada hacia atrás para observar los manchones de hielo en los elevados picos blancos de los cerros y nos preguntamos: ¿hasta allí arriba pasamos con el auto, caminamos y tomamos fotos?.
Luego llegada a Las Flores y una recorrida más amplia por esta localidad, también por Iglesia y de regreso por caminos rurales de su valle hacia Pismanta.
Ahora comento el por que del control al auto: durante la trepada (aprox. 3000 msnm) noté que no funcionaba la bocina. Un inconveniente menor, aún cuando es útil en montaña.
Mas arriba detecté que no tenía freno de pedal. Este no resultaba tan menor, pero seguimos igual.
Probé varias veces el pedal y nada, de la bocina ni me acordé.
El regreso hicimos la bajada bien despacio, del lado opuesto al precipicio, pisando lo mas posible arena y ripio finito que frenara el auto y todo a pura caja de velocidad.
En el puesto de gendarmería, post charla, revisé cañerías, depósito del líquido de frenos, mangueras y traté de ver manchas que me indicaran algo.
Resultado negativo, todo se presentaba normal.
Entonces pedí que me dejaran abierta la barrera, retrocedí un buen trecho, puse primera, arranqué y frené.
Oh! Sorpresa: todo O.K., repito la maniobra en forma mas brusca y O.K., pruebo la bocina y O.K. No entendía nada??? Luego y razonando, supongo que se debió a la baja presión y carencia de oxigeno: creo que el motor se tragaba todo el aire y no se abastecía el servo freno; sobre la bocina será problema en la membrana, si es así como funciona.
Actualmente sigo con el mismo freno y bocina sin reparación alguna.
De regreso al hotel, por RN 150 y hacia el este, sale un camino insignificante que nos lleva a la capilla colonial de Achango (primera capilla jesuistica levantada en San Juan y declarada MHN).
Ubicada en lo alto del monte y con vista hacia el valle oriental, enmarcado por el largo cordón cordillerano de la sierra Negra.
En este solitario paraje y con animada concurrencia de lugareños de las aldeas de la zona se realiza una festividad religiosa , donde para su ceremonia, se cubre el piso de la nave (como en antaño) con coloridas mantas nuevas tejidas en telar por sus feligreses.

Allí tomamos la merienda con mate y regreso al hotel Termas para ducha, baño termal, descanso cena y caminata en la noche por la ruta, a cielo abierto y cubierto de estrellas.
UN DIA INOLVIDABLE QUE NOS DEJO MUY GRATOS RECUERDOS.
Conversamos durante la cena nos dijimos: “vencimos a la montaña”!!!.
Pero enseguida reflexionamos: NO, no vencimos, ella solo nos permitió llegar un poco más alto, conocerla, apreciarla algo más y disfrutarla.
Ahora será momento de pensar en otra nueva excursión.

Las fotografías son de nuestra propiedad.
Hasta la próxima.
Experiencia vivida por Carlos Massarutto y Susana Villa en Feb/2002.
Lomas del Mirador – Pcia Bs As.

sábado, 2 de mayo de 2015

UN REMIS en YAVI.

UN PERSONAJE de YAVI.
Fecha de la visita: martes 14-Ago-2007.
Relato escrito en abril del 2006.
Ubicación geográfica: Norte de Jujuy.
Datos:
Fecha del viaje: marzo/2.006.
Integrantes: 2 personas: Carlos y Susana, los abuelos en su auto Renault 9.
Itinerario: salida desde Lomas del Mirador (Gran Bs. As.), ciudad de Santiago del Estero, Rosario de La Frontera (Salta), en provincia de Jujuy, Humahuaca, Susques y Purmamarca, Rosario de La Frontera (Salta), Rafaela (Santa Fe) y regreso a Lomas del Mirador (Gran Bs. As.).Extensión: 5.053 kms. Duración: 12 días.
RELATO.
Día 6- 8:30 Hs desayuno y en colectivo regular de línea salimos por RN 9 al norte con destino final La Quiaca distante 175 km y a 3.442 msnm.
A poco de salir comienza la cuesta de Azul Pampa -que sube hasta los 3.730 msnm- dejando atrás el paisaje de la quebrada y comenzando la puna.
Tres Cruces con 3.707 msnm es puerta de salida de los minerales de plomo, plata y zinc extraídos de los yacimientos de la zona.
Abra Pampa con 3.484 msnm, en alguna oportunidad se la denominó “Siberia Argentina” por lo desolado del lugar es un centro de servicios que nuclea a la población de la puna jujeña, y donde se han plantado olmos siberianos para mitigar el rigor climático.
Luego viene la laguna Rontuyoc, visible al este de la ruta, Puesto del Marqués, La Intermedia, Pumahuasi y La Quiaca, previa detención por un piquete.
Esta es una ciudad fronteriza con Bolivia, el final de la RN 9 y antigua posta de camino al norte.
Una recorrida por sus calles y la zona del mercado, luego buscamos un vehículo que nos transportara a la localidad de Yavi, distante a 16 km al este con 3.500 msnm.
EL LUGAR.Yavi esta ubicada sobre un pequeño valle adjunto al río de igual nombre y es un antiquísimo pueblo con construcciones de adobe sobre una meseta en declive que remata en cerros cercanos. Con paisaje árido a su alrededor y solamente vegetación tupida en cercanías del río.
Visitamos su iglesia de Nuestra Señora del Rosario y San Francisco (MHN) anterior al año 1676, de construcción simple y con un interior no muy grande que contrasta con el lujoso alhajamiento, ricas tallas del maderamen del coro, ornamentación en el púlpito y los dorados del altar mayor.
Ubicada en el centro de un pequeño predio cerrado por una calle circular de piedra, posee imágenes de gran calidad hechas en tallas de madera de maguey y una colección de antiguas pinturas.
A un costado de ella se ubica la Casa del Marqués de Tojo donde funciona un museo histórico con salas rectangulares que rodean un gran patio cuadrado.
Allí funciona una biblioteca pública y una muestra arqueológica con piezas halladas en la zona.
Ya avanzada la tarde y finalizada una recorrida por sus calles aledañas y parte del curso del río regresamos al “centro” para ubicar otro vehículo que nos devolviera a La Quiaca.
Allí encontramos a una turista oriunda de Mercedes pcia Bs As, que tenía igual meta que nosotros: regresar con algo a La Quiaca.
El panorama era desolador, un pueblo casi sin habitantes, de edificaciones extremadamente antiguas, veredas altas, calles de ripio y tierra, un sol a pleno y calor.
Solo unas voces lejanas desde la escuela, algunos niños jugando al fútbol en patio de piedra.
EL PERSONAJE y su MEDIO.
Pasaron dos vehículos con resultado negativo: el primero no había capacidad para tres personas más; el segundo -una camioneta- no era su destino.
A medida que avanzaba el tiempo empezaba a crecer un poco nuestra preocupación, pues se acercaba el horario de salida para el regreso en el colectivo de línea.
Oh sorpresa!! vemos venir solo un coche con el conductor y me dije: ésta es la nuestra.
Las mujeres dijeron: en eso.. vos estas loco!!
El “remís” -luego de mirarlo bien- era un Fiat modelo 1500 de alrededor del año 68 un poquito…, bastante…, muy caído!!, pero andaba.
Su conductor, un puneño (supongo de no mucha edad) de características similares al Fiat, con solo 3 o 4 dientes expuestos en cada sonrisa, muy cordial se ganó el viaje.
Por que se lo ganó, por que se cobra $ 1.00 per cápita y se juntan 4 personas, así el viaje vale $ 4,00. Nosotros somos tres pero igual pagamos por los cuatro.
Aceptó contento, subieron las mujeres atrás y yo al lado del puneño e iniciamos la vuelta a La Quiaca.
El remís hacía más ruido que enloquecido baterista de rock, el tapizado casi no había, lo poco que le quedaba eran jirones, los vidrios de las ventanillas delanteras no se si estaban bajos o no existían, el espejo retrovisor bailaba al compás del camino, igual no tenía espejo.
Nos pusimos a charlar con el conductor puneño, muy simpático, ameno, alegre y conocedor de la zona y de las dificultades allí existentes.
Comenzamos alegremente y con mucha buena onda, así que pregunta va, respuesta viene durante todo el recorrido.
-Yo: está un poco caído el Fiat?.
-El: si un poco, pero anda bien y tira. Tiene que seguir ayudándome todavía, me colgó el Escort y despliega una sonrisa amplia.
-Yo: como fue eso, que le pasó?
-El: Compré un Escort un poco más moderno, pero se me fundió, bah me jodieron. Así que volví a rescatar el Fiat que lo había dejado en el gallinero, lo puse en marcha otra vez y salio de nuevo a caminar.
-Yo: como es eso del gallinero?
-El: Sí lo había tirado en el fondo, y las gallinas dormían adentro, en los asientos, sobre el tablero, si busca por ahí debe haber algunos granos todavía y risa amplia con los 4 dientes a la vista.
-Yo: bueno las que tuvieron suerte son las gallinas, ahora viven en casa más nueva, le van a pedir mejor comida.
-El: Tiene razón, eso no lo había pensado, ahora ya era carcajada a boca abierta, y dientes libres.
-Yo: le hizo alguna limpieza cuando salió del gallinero y antes de sentarse al volante?, a ver si bajamos premiados.
-El: Sí lo repasé todo, no creo que haya quedado algún resto de cag… de las gallinas. Pero cuando se bajen revisen por las dudas. Otra gran carcajada; ya los dientes no importaban.
-Yo: no habrán quedado en el Fiat algunos huevos de las ponedoras?
-El: Nooo!!, seguro que no. Los guaguas grandes se encargan de recojerlos, para la tortilla.
A esta altura, atrás las mujeres no salían de su asombro, comentarios entre ellas y un poco de participación en la charla. La señorita de Mercedes meta sacar fotos con su cámara digital.
Era una representación de teatro: el puneño y yo en el escenario, ellas el público.

En las curvas sonaban fuertes ruidos de las ruedas o tren delantero, aparte de todos los demás del coche. 
-Yo: funciona la bocina?
-El: no sé, pero no hace falta, el Fiat sólo se hace oir.
Esta vez las carcajadas fueron de todos y comprendimos que era lo único que había.
-Yo: llegaremos a La Quiaca?.
-El: seguro, apostamos algo?
-Yo: no que pierdo, pero lo decía por la hora de salida del colectivo.
-El: risa pícara, entendió la ironía y mi safada.
La conversación siguió con respecto al estado de los caminos de la puna y las precauciones a tener en cuenta.
Le comenté una idea que me daba vueltas: salir de La Quiaca a Santa Catalina y bajar por el lado oeste de la laguna de Los Pozuelos para pasar por Laguinillas y Rinconadas en un auto común.
Me dijo: hágalo sin miedo y confirmó datos que yo ya conocía. Proporcionó otros más que son para tener presente; demostraba ser un experto conocedor de las dificultades de la zona y como encarar las cosas para pasar los inconvenientes que puedan presentarse.
Agregó, ahora necesitan camionetas 4 x 4 para andar por la puna, pero le cuento algo, yo lo he hecho un tiempo atrás y con éste mismo Fiat, solo hay que elegir la época del año, llevar bidón con nafta, unas herramientas y alfombras de goma por si se queda en el barro.
Al llegar a La Quiaca nos acercó lo más posible puente internacional, pero esquivando hacerse ver en la zona del mercado, por las dudas me dijo:
A buen entendedor pocas palabras dice el refrán: el no era remisero y no quería ser detectado por los caporales que operan los servicios.
No existió ningún inconveniente, aboné el viaje con $ 5,00 dejándole el peso sobrante de propina. A su vez la señorita que nos acompañaba quería pagar su parte; le fue entregada al puneño.
Esta vez la sonrisa fue muy grande, auténtica, satisfecha. Muy cordialmente nos saludamos y despedimos, nos dio su nombre pero lamentablemente no lo recuerdo.
CONCLUSIONES.Comentamos entre nosotros tres lo vivido en esos 16 km. Fueron 16 km de experiencias de vida. Como una sencilla persona nos enseña tantas cosas que desconocemos.
Tratamos de entender como una familia con esposa y varios hijos se la debe rebuscar para “vivir” en condiciones difíciles de una zona extrema con escasas oportunidades.
Otra bella historia de vida que deja un mayor conocimiento la nuestra gente de alejadas latitudes y de sus costumbres.

Las fotografías son de nuestra propiedad.
Experiencia vivida por Carlos Massarutto y Susana Villa en Mar/2006 de Lomas del Mirador- Bs As.