sábado, 28 de julio de 2007

SANTIGO del ESTERO: su gente.

De paso por SANTIGO del ESTERO.Relato escrito en julio del 2007.
Datos:Fecha del viaje: octubre/2.003.
Integrantes: 2 personas: Carlos y Susana,"Los Abuelos" en un auto convencional –Renault 9 std modelo 1994.
Itinerario: salida desde Lomas del Mirador (Gran Bs. As.), ciudad de Santiago del Estero, Tafí del Valle (Tucumán), Cafayate (Salta), y regreso por Termas de Río Hondo Sgo del Estero) y Lomas del Mirador (Gran Bs. As.).
Extensión: 4.000 kms. Duración: 13 días.
Nota Previa: Estamos escribiendo en julio/2007 un viaje de octubre/2003, casi 4 años después.
Lo hacemos basándonos en la memoria, ya que no contamos con las anotaciones.
Por ello quizás, olvidemos algunos detalles, que esperamos sean pocos.
El motivo del viaje fue un regalo que nos dimos: cumplir 30 años de casados.
RELATO.Día 1- viernes 10/10/03: Tempranito salimos de Lomas del Mirador – Pcia. de Bs. As., por Av. Gral. Paz, Panamericana, acceso Campana, y por RN 9 a Rosario (pcia de Santa Fe); luego por RN 34 la pcia de Santiago del Estero, cubriendo los primeros 1.070 km.
Recordamos algunos acontecimientos que vivimos en su ciudad capital.
El primero: nos equivocamos e ingresamos mal hacia Santiago ciudad; en lugar de tomar el acceso correcto lo hicimos por suburbios de La Banda.
Acatando los consejos e indicaciones de un comerciante consultado (verdularía) nos aconsejó para evitar unas zonas no convenientes,  que desviamos hacia la autovía retomando el acceso normal.
El segundo: fue con un taxista detenidos en un semáforo y hablando desde las ventanillas de los vehículos.
Preguntamos sobre alojamientos cerca del centro, nos dijo: “seguime en el giro y yo te guío”
Tomamos por un boulevar, el adelante y yo detrás, siguiendo sus señas de luces, por varias cuadras hasta otra detención de semáforo.
Volvemos a dialogar de auto a auto y nos informa: "yo acá doy vuelta, vos seguí unas cuadras más y tenés algunos alojamientos para ver".
El tercero: se debió a la falta de plazas para dormir pues había un torneo de yudo.
Consultamos varios alojamientos con resultado negativo.
Cerca de la terminal de ómnibus un hotel tenía disponibilidad, pero estaba reservada para un matrimonio que iba a llegar en el próximo bus.
Sin suerte de nuestra parte, los pasajeros ocuparon la plaza libre.
Un señor (cuidador de un alojamiento mas modesto y sencillo, de pasajeros de corto rato) me consultó y recomendó averiguar en este establecimiento, ubicado en la vereda opuesta, pero no tenía cochera.
El coche cargado debía pasar la noche en la calle. Esta idea no nos satisfacía.
Como solución el encargado nos sugirió ocupar la habitación en su hotel y estacionar el auto en la cochera del hotel ubicado enfrente, el recientemente ocupado.
Fue a consultar sobre ésta posibilidad, y de no creer, aceptada sin ninguna oposición.
A la mañana siguiente, al retirar el coche, preguntamos: "que se le debe por la estadía nocturna".
Corolario: no nos querían cobrar por el servicio del estacionamiento del auto!!!. Les dejamos la propina.
La estadía en el "alojamiento" fue muy normal y sin ningún inconveniente.
Estos casos nos dejaron una muy buena impresión de la gente santiagueña, cosa que siguió más tarde.
El cuarto: Nos alojamos, duchamos y sin cambio de ropa (ya era bastante tarde y no queríamos desarmar los bolsos) nos caminamos el centro para una recorrida por su peatonal y cenar.
Ubicamos una confitería linda, angosta y bastante llena, ingresamos y nos dice un mozo: “al final hay lugar”.
El fondo era más amplio y ocupaba todo el ancho del local.
Estaba coquetamente arreglado: sus mesas bien decoradas, con floreros, lindos manteles, dispuestas en círculo alrededor de una pista central, equipo, micrófono y parlantes de audio.
Consultado el mozo la respuesta fue: “hoy es viernes de tango, puede elegir cualquiera que no tenga cartel de reservada”. Era noche de milonga!!.
Ocupamos una del rincón: nuestra indumentaria no era de fiesta (joggins, buzo, zapatillas) y comenzó a caer gente: señoras paquetas, vestidos largos, peinados rebuscados, señores de traje y corbata, zapatos lustrados, algunos con con flor en el ojal y se largó el baile.
La mayoría eran conocidos y se saludaban unos con otros; sale una pareja a la pista y aplausos, y más parejas, siguen otros aplausos, cortes, firuletes, quebradas al mejor estilo porteño, solo faltaba el obelisco.
Nos preguntamos: estamos en Santiago del Estero??, y las chacareras, donde están??, erramos de ciudad?? o tenemos que volver a la "feria de Mataderos" para ver y oir folklore.
Cenamos, nos quedamos hasta las primeras horas de la madrugada (había que seguir viajando) y la pasamos re que te bien.
Al hotel para el descanso, ya eran las 3:00 del sábado.
Quinto: Desayunamos en una confitería céntrica, consultamos al mozo sobre la salida hacia el norte.
Nos aconsejó una vía alternativa para tomar la RN 9 y ahorrar unos kilómetros de recorrido.
Tomamos una calle céntrica hacia una salida opcional por los suburbios y topar con la ruta hacia Termas.
Sin problemas, perfecto.
Resumen del día: Recorrimos los primeros 1.050 km sin inconvenientes.
Vivimos varias sorpresas agradables que dejaron lindos recuerdos.
Era la primera vez que pisamos la ciudad de Santiago del Estero, nos dio una muy buena impresión.
Un refrán dice: Santiago no tiene riendas, pero sujeta... sujeta...!!!!
Comenzamos a quererla y nos prometimos volver. Que linda gente!!!
Las fotografías son de nuestra propiedad y de la weeb.
Experiencia vivida por Carlos Massarutto y Susana Villa en octubre/2003.

jueves, 26 de julio de 2007

Anécdotas en CAFAYATE.


Curiosidades de CAFAYATE – SALTA.Relato escrito en julio del 2007.
Ubicación geográfica: NO de Argentina.

Datos:Fecha del viaje: octubre/2.003.
Integrantes: 2 personas: Carlos y Susana, cumliendo 30 años de casados, en un auto Renault 9.
Itinerario: salida desde Lomas del Mirador (Gran Bs. As.), ciudad de Santiago del Estero, Tafí del Valle (Tucumán), Cafayate (Salta), y regreso por Termas de Río Hondo Sgo del Estero) y Lomas del Mirador (Gran Bs. As.).
Extensión: 4.000 kms. Duración: 13 días.
Nota Previa: hemos escrito en julio/2007 un viaje de octubre/2003, casi 4 años después.
Nos basamos en la memoria, ya que no contamos con las anotaciones.
Por ello quizás, olvidemos algunos detalles, que esperamos sean pocos.
El motivo del viaje fue un regalo que nos dimos: cumplir 30 años de casados.
RELATO.
Día 7- jueves 16/10/03: por la mañana, una salida obligada: recorrer nuevamente la quebrada del río Las Conchas, pero en sentido inverso: desde Cafayate hacia Alemanía.
Se accede por RN 68 al NE por un trazado sinuoso de suave pendiente con un imponente paisaje donde los protagonistas son las montañas y sus formas.
Aparecen curiosas formaciones erosionadas que caracterizan todo este tramo de la quebrada del río Las Conchas con paisaje exclusivamente mineral.
A las caprichosas formas montañosas se le han dado nombres en similitud a sus parecidos: Los Castillos, La Yesera, El Fraile, el Anfiteatro, la Garganta del Diablo, erosionadas por acción del viento y el agua.
Pasado el cruce del río Las Conchas la quebrada desemboca en el valle de Lerma y se arriba a Alemanía.
Ya en horas de la tarde decidimos pegar la vuelta y regresar a Cafayate; las mismas formaciones se las veían distintas, con colores o tonos distintos por las variaciones de luz durante el día.
Almorzamos al ingreso de la ciudad en un comedor criollo, esta vez chivito asado y cerveza.
Dado el abundante calor (y comida) fuimos al camping municipal, esta vez con ropa de baño para disfrutar de la pileta.
Una siesta bajo los árboles y resto de la tarde en el agua; luego una mateada y descanso.
En el final del día, regreso al alojamiento para ducha, caminata, cena frente a la plaza (en el mismo bar donde ya somos conocidos) y al descanso.
Una anécdota: requerido nuestro mozo para un nuevo pedido, un colega suyo nos responde: “ya vuelve, se fue a dar una vuelta en bicicleta por la plaza!!!!. Nos asombramos!!!
Resulta que dos turistas suecos, padre e hijo que se alojaban en el camping municipal (nosotros habíamos visto sus carpas y bicicletas), y cenaban (como en noches anteriores) ubicados en una mesa junto a la nuestra.

Sus rodados todo terreno eran algo especiales: poseían un tipo de cubiertas que no sufrían pinchaduras, además de excelente tecnología.
En conversación con el mozo, se la ofrecieron para probarla y así fue que se dió un par de vueltas alrededor de la plaza de Cafayate. De regreso siguió dedicado a su tarea.Resumen del día: Revivimos un hermoso paseo hecho 30 años atrás.
Disfruté de un chivito asado y pasamos muy buena jornada. El camping es opción obligada de las restantes calurosas tardes. Lo de la vuelta en bici: una anécdota más.
Aprendimos como se respeta el tiempo de los demás.
Las fotografías son de nuestra propiedad.
Experiencia vivida por Carlos Massarutto y Susana Villa en octubre/2003.

Vamos a IRUYA


ESCAPADA a IRUYA.Relato escrito en abril del 2006.
Ubicación geográfica: Noroeste de Argentina.
Datos:
Fecha del viaje: marzo/2.006.
Integrantes: 2 personas: Carlos y Susana, los abuelos en un auto convencional –Renault 9.
Itinerario: salida desde Lomas del Mirador (Gran Bs. As.), ciudad de Santiago del Estero, Rosario de La Frontera (Salta), en provincia de Jujuy, Humahuaca, Susques, Purmamarca, Rosario de La Frontera (Salta), Rafaela (Santa Fe) y regreso a Lomas del Mirador (Gran Bs. As.).
Extensión: 5.053 kms. Duración: 12 días.
RELATO.Día 5- 8:00 Hs desayuno y salida al norte por RN 9 para visitar el pueblo de Iruya, en la provincia de Salta -distante unos 74 km- con un día de sol radiante.
Tras de 25 km de asfalto, desvío al este por RP 13 de ripio, bastante solitaria y sinuosa. Este camino nos lleva hacia las sierras de Santa Victoria, que en su máxima altura constituye el límite provincial entre Jujuy y Salta.
El primer y único poblado que se cruza se llama Hipólito Irigoyen, pero es más conocido por el nombre de la estación del ex ferrocarril Belgrano: Iturbe, con 3.300 m.s.n.m.
Actualmente es parada del colectivo que une Humahuaca con Iruya y donde funcionan algunos puestos artesanales para deleite del turismo.
A partir de allí, se vadean varios arroyos y el camino se torna muy sinuoso y angosto, donde en muchos tramos sólo puede circular un solo vehículo y todo en ascenso hasta el límite provincial.
De tener que cruzarse o sobrepasarse con otro vehículo, uno se detiene en el sitio apropiado que lo permita, o bien, se retrocede hasta el lugar adecuado.
Así llegamos al límite provincial, el abra del Cóndor a 4.000 m.s.n.m., donde comienza un continuo, sinuoso y siempre angosto descenso hacia Iruya.

Su característica es: interminables curvas y contra curvas, muchas muy cerradas, con precipicios de un costado y laderas del otro, con espectaculares paisajes de pequeños valles y coloridos cerros, con vistas de algunos picos montañosos por debajo del nivel que se transita en el enroscado camino y finalmente algunos cruces del río Iruya, por su pedregoso lecho, hasta llegar al pintoresco pueblo.
Recuerdo el comentario que hizo un conocido: “me dolían los brazos de tanto girar el volante y las curvan seguían…, seguían… y seguían…”.
Iruya a 3.000 m.s.n.m., es de origen prehispánico y esta emplazado en la desembocadura de una pequeña quebrada, donde nace su río que proviene de un alto sitio con fuerte pendiente.
Frente a su pequeña plaza triangular de piso empedrado se levanta la Iglesia de Nuestra Señorea del Rosario y San Roque, con nave y torre única y de simple interior.
A esta plaza arriban los colectivos, descienden sus pasajeros, descargan los bultos transportados en el techo del mismo y se retiran –en regreso- a una zona del camino junto al río donde pueden estacionar.
¿Por qué? es la pregunta: por que allí no existe espacio para el estacionar vehículos.
En Iruya solo se circula a pie y sus recorridos no se miden en km de distancia sino en horas de duración.
Sus calles son de piedra y empinadas, siempre se sube para llegar o regresar de algún sitio; también son muy angostas, como máximo se alcanza al estacionamiento de un vehículo pero con su lado derecho bien pegado a la pared de la casa, dejando una estrecha vía para el paso de la gente.
Una característica distintiva de Iruya es que esta emplazada en las laderas de los cerros, no en un valle como la mayoría de los pueblos montañosos. Esta “colgada” de la montaña.
Alguien comentó que “Iruya no tiene horizonte”. En principio no me gustó la expresión, pero ello es verdad.
Hacia dónde uno dirija la vista siempre observa laderas de montañas, solamente hacia arriba se aprecia un intenso de cielo azul y casi no es posible ver el horizonte.
Nosotros recorrimos su poblado, descendimos hacia el lecho pedregoso y seco del río, conversamos con algunos de sus pobladores, que nos transmitieron sus costumbres, medios de vida y vivencias en el lugar y emprendimos la vuelta ya pasada media tarde.
El regreso es por el único camino que hicimos para llegar, con la sola diferencia que, lo que era bajada desde los 4000 mts, ahora es “todo subida” y despierta otras nuevas vivencias.
Ocurre que al trepar y mirar hacia arriba se observan los distintos niveles del camino, uno por sobre el anterior, y otro por sobre éste, y otro…, y otro más…, así hasta girar y cambiar a otra ladera del cerro y se repite lo mismo.
La sensación que produce es que se transita con el vehículo por “una escalera” desconociendo lo que sigue mas adelante.
Pudimos apreciar como circula por allí el colectivo de servicio regular de pasajeros.
Son vehículos de corta distancia entre ejes, están dispuestos a un menor largo entre su frente y cola.
La rueda delantera esta ubicada entre el primer y segundo asiento.
Por lo cual ocurre, que en las curvas las ruedas pisan por el borde del camino, dejando parte de su carrocería al vacío por sobre el precipicio.
Los pasajeros de las ventanillas disfrutan al máximo del vacío.
Al completar el giro, el parabrisa de su frente pasa a escasa distancia de la pared del cerro, como si lo embistiera.
Pero no hay que preocuparse demasiado por ello, pues según dicen, en los recorridos nocturnos no se siente ese temor por el viaje !!!!!!
Lo que falta del regreso, desde el límite provincial hasta Iturbe y hasta RN 9, ahora es descenso y después de lo vivido resulta un juego de niños.
Arribamos a Humahuaca, nos encontramos y charlamos con una familia conocida de Río III, también lo hicimos con un joven español de Barcelona, quien nos manifestó su sorpresa por
Iruya, y los miedos que sufrió en el recorrido del colectivo en que viajaba, su asombro por los precipicios y la altura del camino y de las montañas.
Nos dijo: "a pesar de todo me gustó cag.... de miedo"
Le dijimos: “esto en Europa no se consigue”!!!!!.
Final de la 5ta jornada: un día distinto por lo conocido y vivido. Fue nuestra primera oportunidad de “enroscarnos” tanto dentro de la montaña, aunque no fue un record de altura por el que transitamos.
Ah!, le dijimos al inicio de este día, que para llegar a Iruya se recorren solo 49 km de ripio por la montaña, pero los mismos insumen aproximadamente 3 horas de viaje o quizás más.
Entusiasmados, para el siguiente día pensamos viajar a La Quiaca.
Experiencia vivida por Carlos Massarutto y Susana Villa en Mar/2006.

Las fotografías son de nuestra propiedad,
Lomas del Mirador- pcia Bs As.

miércoles, 25 de julio de 2007

CORRIENTES, Fiesta en ITATI.

DIA de la VIRGEN de ITATI.
Relato escrito en mayo del 2006.
Ubicación geográfica: Mesopotamia.
Datos:Fecha del viaje: julio/2.004.
Integrantes: 2 personas: Los abuelos Carlos y Susana, en solitario con su auto Renault 9.
Itinerario: salida desde Lomas del Mirador (Gran Buenos Aires), La Paz (Entre Ríos), Corrientes ciudad capital, Ituzaingó, Posadas (Misiones), Paso de los Libres, Federación (Entre Ríos) y regreso a Lomas del mirador (Gran Buenos Aires).
Extensión: 3.055 kms. Duración: 11 días.
RELATO:
Día 6 –jueves 15/07: desayuno y paseos por la ciudad: puerto, zoológico, costanera, parque Mitre, fábrica de dulces tradicionales, etc.
Almorzamos, recorrimos el centro histórico y el de la ciudad -que estaba desierta- y encaramos una recorrida por los barrios más alejados del centro.
¿Por que Corrientes estaba casi vacía?: el siguiente día 16/07 se celebra la fiesta patronal de la Virgen de Itatí, por lo tanto en la ciudad casi no había gente ni tránsito y la mayoría de los comercios estaban cerrados.
La tradición es que los peregrinos de San Luis del Palmar y los de San Cosme salen en carretas y sus caballos para llegar el día previo al inicio de la celebración y estar presentes a la hora cero del día de la Virgen.
Se le unen fieles caminantes, en bicicleta, carros y todo tipo de movilidad, de las localidades vecinas, incluso del interior del país.
Se la conoce como “La Caravana de la Fe” y se viene repitiendo desde hace aproximadamente 100 años.
Cenamos en el mismo restaurante de la costanera –yo, surubí y dulce de mamón- un breve paseo y a descansar pues el siguiente día a Itatí.
Día 7 -viernes 16/07- desayuno, salida con igual rumbo hacia Itatí para ir, nosotros también, a la Fiesta de la Virgen.
Presenciar y vivir esta experiencia constituía unos de los objetivos del viaje y coordinamos las fechas para poder asistir durante el recorrido.
Tras 65 km y avanzando con abundante tráfico, arribamos a la localidad de Itatí, estacionamos bastante bien y rápido a unas 8 o 10 cuadras del centro, tomamos unos mates y comenzamos a caminar hacia el templo.
En 1.528 ya se mencionaba este sitio, ocupado por aborígenes sedentarios.
En 1.615 surgió la reducción o pueblo de indios itatines denominada La Pura y Limpia Concepción de Nuestra Señora de Itatí, dirigidas por franciscanos.
Hoy el poblado se mantiene en torno a las actividades del servicio del santuario religioso.
Posee un centro comercial -tipo feria- con artesanías locales y nacionales e importados de mercado libre.

Frente a la plaza principal Fray Luis Bolaños se encuentra la Basílica Santuario de Itatí: monumental obra con capacidad de hasta 9.000 personas.
Posee tres naves con una cúpula central de 26 mts de diámetro y 80 de altura.
La fiesta patronal oficial que había comenzado a la hora cero de este día, continuaba durante toda la jornada y concluía a la noche, convocó a una enorme multitud de fieles y turistas de todo el país y hasta de países vecinos.
Por la escasa disponibilidad de plazas (solo existen dos modestos hospedajes), los visitantes viven en carpas que ubican en terrenos vacios, sobre la vereda y hasta en la misma plaza principal.
Otros en casas rodantes, autoportantes, camiones, autos o simplemente al aire libre, estacionados en las calles, o en terrenos libres y hasta veredas despobladas.
Se exponen y venden todo tipo de mercaderías y comidas en puestos ubicados sobre las calles y sus aceras.
Además surgen tablados donde conjuntos folclóricos interpretan su música litoraleña durante toda la jornada.
Fuimos al Santuario –repleto de fieles e imágenes que ofrecían en devoción, presenciamos una misa, y recorrimos su pequeño centro.
Luego de un almuerzo liviano, regresamos a la plaza, pues se iniciaba la procesión hacia la costa con la imagen de la Virgen, para recibir a otra imagen: la de Nuestra Señora de Asunción, que es traída desde Paraguay.
La ceremonia se concreta en el límite de ambas naciones y en medio del río.
Para ello, la Virgen de Itatí es subida a una lancha de Prefectura –adornada con banderas- que va al encuentro de la embarcación paraguaya, que a su vez, trae su imagen de Nuestra Señora de Asunción.
Son seguidas desde ambos países por todo tipo de lanchas y botes armando una gran caravana sobre el río.
El sonar de las sirenas marca el feliz encuentro, regresan todas las naves a Itatí, mientras el público saluda agitando sus pañuelos al aire.
Ambas imágenes vuelven en procesión a la Basílica para celebrar la ceremonia principal de la fiesta.
Ya avanzada la tarde, abandonamos Itatí, continuando nuestro viaje al este por RN 12 con destino a pernoctar en la ciudad de Ituzaingó distante 224 km.
Con desagrado salteamos la localidad de Itá Ibaté por falta de tiempo siguiendo hacia el destino elegido.

Nos alojamos en el hermoso hotel Yacyretá, muy amplio y con una hermosa vista al río desde el amplio ventanal de la habitación.
Es esplendido ver desde el balcón del hotel y de noche, el río parcialmente iluminado por las potentes luces de las torres de la represa.
Después de la ducha, un paseo por el centro, cena y descanso.
Final de la jornada n* 7: Vivimos una jornada desconocida para nosotros y asistimos una fiesta religiosa muy popular y famosa, que la disfrutamos.
Para destacar: a pesar de reunir tanta gente, no existió ningún inconveniente que haga obscurecer el festejo. Se merecen un gran “sapucay”.
Comentario Final: Recorrimos Corrientes, una provincia nueva para nosotros; completamos con otras localidades que nos agradaron mucho.
El viaje se realizó con intenso frío en sus primeros días pero fue templándose el resto y siempre con buen tiempo.
Transitamos solo 3.055 km -pues la mayoría de los lugares visitados están en el recorrido del viaje- pero, visitamos 21 localidades y pernoctamos en 6 ciudades.
Quedaron pendiente tres lugares que trataremos de concretar en un próximo viaje hacia el centro y este de la provincia de Misiones.
Como siempre, el Renault 9, se sigue comportándose como nuestro amigo !!!
Experiencia vivida por Carlos Massarutto y Susana Villa en Jul/2004.

Las fotografías son de nuestra propiedad,
Lomas del Mirador- pcia Bs As.

SANTA ANA, en CORRIENTES.

SANTA ANA de los GUÁCARAS.
Relato escrito en mayo del 2006.
Ubicación geográfica: Mesopotamia Argentina.
Datos:
Fecha del viaje: julio/2.004.
Integrantes: 2 personas: Los abuelos Carlos y Susana, en solitario con su auto Renault 9.
Itinerario: salida desde Lomas del Mirador (Gran Buenos Aires), La Paz (Entre Ríos), Corrientes ciudad capital, Ituzaingó, Posadas (Misiones), Paso de los Libres, Federación (Entre Ríos) y regreso a Lomas del mirador (Gran Buenos Aires).
Extensión: 3.055 kms. Duración: 11 días.
RELATO:
Día 5 –miércoles 14/07- desayuno, recorrida por la costanera norte y salida para visitar Santa Ana de los Guácaras.

Pueblo histórico que data de 1.621 con la fundación de la capilla y reducción de los indios guácaras.
A fines del siglo XIX llegó el ferrocarril El Económico, pero actualmente permanece estancado en el pasado.

Un camino asfaltado conduce hasta el arco de acceso cerca del poblado, y tras visualizar un enorme cartel que obliga a doblar a la izquierda se ingresa al pueblo desembocando en la frondosa plaza Juan R. Vidal.
Para preservar su origen, este último tramo del camino y sus calles son de tierra arenosa.
Lo mismo ocurre con las casas, estación del ferrocarril –actual museo- y la capilla de Santa Ana (MHN).
Son de destacar estos tres componentes, pues al observarlos se tiene la visión de estar viviendo en la historia.
Sus casas: se aprecia la arquitectura vernácula guaranítica con los corredores o galerías exteriores, sobre la acera de la calle.
El ferrocarril: se recuperaron gran número de piezas y se restauró dos locomotoras y uno de los antiguos vagones de pasajeros.
Al ser de trocha angosta -60 centímetros tipo Decauville- sus proporciones son pequeñas; perduró hasta 1.960 y tenía un recorrido de 270 km.
La capilla de Santa Ana (MHN): construida en 1.771 por los indios y padres franciscanos de la reducción, de nave con galerías laterales, armazón de madera y tejas de palma.

Su torre campanario se incluyó en 1.889 y en su interior se encuentra el comulgatorio que realizó el indio Patricio y la imagen de La Dolorosa obra del indio Yaguarón.
Se ubica frente a la plaza principal San Martín, donde también en una modesta casa funciona la municipalidad. A su lado hay un pequeño museo en desarrollo y la casa de La Tradición.
Un comentario: es imperdible la visita a este original pueblo, permite caminar y vivir un pasado nuestro.
Regresamos por el mismo camino a la RN 12, nos dirigimos al este a conocer otro pueblo muy famoso: Paso de la Patria.
Importante villa turística veraniega regional, ubicada en la confluencia de los ríos Paraná y Paraguay, sobre la margen opuesta a la Isla del Cerrito.
Del período colonial -año 1.782- fue posta entre Buenos Aires y Curupaytí con el nombre de Paso del Rey.
Con bancos de arena, grandes playas y balnearios se practica todo tipo de deportes náuticos, como también, la Fiesta Nacional del Dorado.
Regresamos por la misma ruta hacia Corrientes ciudad, circulando con máxima precaución, pues de frente se encaminaban los peregrinos de La Caravana de la Fe en dirección a Itatí a la fiesta de su Virgen.
Comentario Final: Recorrimos Corrientes, una provincia nueva para nosotros; se realizó con intenso frío pero siempre con buen tiempo.
No rodamos demasiado, solo 3.055 km -pues la mayoría de los lugares visitados están en el recorrido del viaje- pero, visitamos 21 localidades y pernoctamos en 6 ciudades.
Como siempre, un beso al Renault 9, que sigue portándose muy bien !!!
Experiencia vivida por Carlos Massarutto y Susana Villa en Jul/2004.
Lomas del Mirador- pcia Bs As.

martes, 24 de julio de 2007

Cerro TUNDUQUERAL en Uspallata.

PEÑE EPTA YUI.
HASTA PRONTO HERMANO
.

Relato escrito en junio del 2007.
Ubicación geográfica: Uspallata- Pcia de Mendoza.
Datos:
Fecha del viaje: marzo/2007.
Integrantes: el matrimonio de los abuelos Carlos y Susana que concretaban el cuarto viaje a la provincia y el segundo a la cordillera mendocina, con el objetivo de conocer nuevos lugares de interés y repasar otros ya conocidos.
Después de varios días de caminar la zona nos quedaba pendiente la visita al Cerro Tunduqueral.
Día 8- domingo 11/03/2007: Una buena jornada de intenso sol y calor. Por la mañana descanso, caminatas por la villa, compras de alimentos y de algunos vinos para regalos (a nosotros, amigos y parientes); almuerzo en la cabaña.
Por la tarde encaramos la visita pendiente al sitio arqueológico del cerro Tunduqueral ubicado a corta distancia y en el camino a los caracoles de Villavicencio.
Las visitas comenzaban a partir de las 14:00, llegamos media hora después.
El coche lo estacionamos en un terreno que delimitaba la reserva, caminando el resto hasta la cabaña del cuidador.
Este, después de los saludos y presentaciones, nos preguntó: “ustedes no son de acá, de donde vienen”?
Le respondimos: “de Bs As” y repreguntamos: “por que”? Respuesta: por la hora que llegan de visita!!!, los mendocinos vienen cuando el sol es más débil.
Muy lógico: los lugareños duermen la siesta y no salen en horas en que el sol pega fuerte.
Francisco, la persona oficiaba de cuidador del sitio, pertenece a la comunidad huarpe Guaytamarí, cuyo poblado está a unos 10 km por la ruta que nos lleva a San Juan, en el área de la estancia San Alberto.
El Tunduqueral es un pequeño cerro en medio de un amplio valle, delimitado a su alrededor por cordones montañosos: el de Uspallata, cordón del Tigre, y otros.
Nos indagó sobre que conocíamos del lugar y del por que de la visita.
Le respondimos que, solo la información recibida en la oficina de turismo y pretendíamos saber de que se trataba.
También consultó a quien veíamos en esta charla. La respuesta fue: a un ser humano, una persona semejante a nosotros que moraba un habitad particular y distinto a la ciudad.
Re preguntamos: por que?.
Nos dijo: acá vienen muchos turistas, algunos solo miran, sacan fotos, algún souvenir y se van. Otros en cambio muestran mayor interés por conocer de que se trata el lugar.
Por supuesto a los primeros una breve información, a los otros una mucho más completa y toda la que indagen.
Es evidente que este relevamiento, permitió a ambos, saber quien estaba enfrente.
Esperamos estar entre los segundos, tambien fue motivo de no tomar fotografías.
El lugar responde a un sitio sagrado de la comunidad, donde se realizan sus ceremonias, pedidos y agradecimientos a sus tres dioses: el sol, la tierra y el aire. También allí, las niñas huarpes se consagradas mujer y pasan la noche de unión con el hermano elegido.
Labrados en la roca de una de sus paredes existen geoglifos con figuras que tienen representación de sus vidas, jerarquías y creencias.
Nos brindó una extensa explicación de todos los significados, de sus costumbres y forma de pensar; respecto a sus ideas y en comparación con las religiones.
También charlamos en extenso sobre las civilizaciónes preexistente a la colonización, y como ésta las modificó, truncó sus creencias, su historia y costumbres, remplazándola por las traídas de otras latitudes.
Un fundamento dado y señalando las montañas del oeste, fue: “se llama cordón del Tigre; acá no hay tigres, es un animal de Oriente, debería ser cordón del puma que es americano y autóctono”.
Nos comenta: se festeja el 12 de octubre de 1.492 como el día del descubrimiento de América.
Sostiene que no han descubierto nada, pues existían civilizaciones que poblaban estas tierras desde mucho tiempo antes.
La colonización destruyó casi todos los rastros de costumbres, antecedentes e incluso a los seres humanos indígenas.
Que en realidad había que recordar el 11 de octubre como final de las civilizaciones preexistentes.
Entendimos ahora por que en varios temas de música folclórica se mencionan esta fecha en sus letras.
Una de ellas consigna: "11 de octubre día final de un paraiso original".
La reunión duró algo más de dos horas y fue interrumpida por la llegada de nuevos visitantes.
Francisco, de piel tostada, barba y pelo largo, bombachas, alpargatas, con un amplio sombrero, una remera que consignaba la leyenda “indígena” era una persona muy culta, respetuosa y de buen saber.
Nos interrelacionamos muy bien, nos invitó a visitar su comunidad, conocer su gente y tomar un mate, o una cerveza, o un vino.
Nos saludamos al despedirnos, nos dimos un apretón fuerte de manos y nos dijo en su lengua: “Peñe epta yui”.
Preguntamos por el significado y contestó: “hasta pronto hermano”.
Prometimos visitarlo cuando regresemos nuevamente a Uspallata.
Caminamos callados de regreso al auto, pensando en lo vivido; rato después, intercambiamos ideas sobre lo ocurrido mientras
tomamos unos mates bajo los árboles.
Que acertados fuimos en llegar muy temprano, disfrutamos de unas horas de intercambio cultural.
Final de la jornada: una tarde como viviendo en el pasado, que nos dejó reflexionando.
Experiencia vivida por Susana Villa y Carlos Massarutto en marzo/2007.
Lomas del Mirador – provincia de Buenos Aires.

domingo, 22 de julio de 2007

VIVENCIA en SUSQUES



El presente del pasado.

Argentina– provincia de Jujuy.

localidad Susques–puna jujeña.

Prólogo.
En marzo del 2006 realizamos con mi esposa y en automóvil un nuevo viaje a la provincia de Jujuy.
Nuestro objetivo era llegar a lugares que aún nos eran desconocidos: Iruya en provincia de Salta y la puna jujeña: hacia el norte: La Quiaca y Yavi, hacia el oeste: el paso internacional de Jama limítrofe con Chile.
Por ello decidimos anclar en Humahuaca, Susques y Purmamarca.
Finalizada nuestra estadía en Humahuaca, comenzamos a “bajar” hasta Purmamarca y rumbo oeste, a establecernos en Susques.
Desde allí continuar a la Cordillera de los Andes para arribar al mencionado paso internacional de Jama de 4.230 msnm.
Día 7mo - 8:30 Hs desayuno y salimos de Humahuaca por acceso sur a la RN 9 con tiempo nublado y lloviznas, para regresar hacia Purmamarca e iniciar la excursión hacia el oeste, a la Cordillera de los Andes.
Volvemos a pasar por los conocidos pueblos de la Quebrada: Uquía, Huacalera, Tilcara, Maimará y finalmente Purmamarca.

Desde allí seguimos por la hermosa cuesta de Lipán, traspasamos las Salinas Grandes y siendo 17:20 hs concluimos el día en el pueblo de Susques, denominado “el pórtico de los Andes” con una altitud de 3.675 msnm y cabecera del departamento de igual nombre.
Después de alojarmos salimos a pie a recorrerlo y conocerlo.
Nos adentramos en su centro, muy antiguo, de casas de adobe y calles de tierra, con la principal ancha, de unas cuatro cuadras de largo, donde se ubican la iglesia, la policía y las casas en línea.
Muy cerca, la delegación de la Aduana para los trámites de ingreso y/o salida del país.
Estacionados delante, algunos traillers del equipo francés Mitshubisi de rally, en regreso de una competencia por la puna y el desierto de Atacama chileno.
Visitamos la iglesia de Nuestra Señora del Rosario (MHN), muy antigua, techo de paja, de sencillo interior, bien pintada y conservada y con un muy lindo altar. Las campanas de su torre fueron hechas en Chuquisaca.
Allí vivimos una experiencia que nos dejó asombrados y que narramos.
Cual fue la vivencia que tuvimos en la iglesia?
Era sábado ya de tardecita, aún no había obscurecido y caminando su calle principal nos detenemos a conocer su iglesia.
Entramos, se celebraba la misa con un grupo de 12 o 15 personas acomodadas en los primeros bancos. Nos ubicamos en otro un poco más atrás.
Estas personas eran todas puneñas, con su típica vestimenta coya y hasta un perro dormitaba en el piso.
Una de ellas pasó al frente a leer un fragmento de la Biblia; muy despacio y con alguna dificultad, dado que le costaba hacerlo fluidamente.
Todos respetamos el tiempo que necesitaba para esa tarea.
Luego el cura, muy agradable y ameno, finalizó la lectura del sermón y se acercó al primer banco para preguntar a los lugareños que conclusiones les dejaba la historia recién contada.
Cada uno de ellos respondió a la consulta y se sacaron muchas conclusiones de la parábola narrada.
Mi esposa y yo no salíamos de nuestro asombro y decidimos quedarnos hasta el final de la misa.
Ingresaron algunas personas más a la iglesia, siendo finalmente unas 20 hs.
Recuerdo una señora puneña con su típica vestimenta, su hijo envuelto en una manta por sobre la espalda que se sentó en un gran zócalo de la pared lateral de la nave.
En el momento del “saludo de paz”, los lugareños se volvieron hacia atrás –hacia nosotros dos- para saludarnos y desear paz. Al intuir ello, también nosotros fuimos a su encuentro para lo mismo.
El perro despertó, se estiró un poco y comenzó a deambular por la iglesia.
Una vez terminada la misa, el cura ofreció una bendición y buenos deseos a un matrimonio –Braulio y María- allí presentes que cumplían 39 años de casados y además él, años de edad.
Consultamos a una persona quienes eran los cumpleañeros para poder felicitarlos.
Justamente esa persona era Braulio, quien nos respondió muy emocionado y con algunas lágrimas detrás de sus anteojos: “pues soy yo y esta es María”.
Los saludamos y deseamos felicidades, se acercaron otros integrantes más, conversamos y gastamos algunas bromas entre todos, nos despedimos y salimos de la iglesia hacia la calle, también el perro caminaba lentamente detrás nuestro.
Afuera, un largo silencio nos envolvió a cada uno, nos quedamos pensando sobre lo vivido.
Luego empezamos a hacer nuestros comentarios, cosa que se extendió hasta después de la cena.
Nos dejó haber “soñado” estar en una ceremonia de época colonial o anterior, en un templo acorde a su tiempo, en un lugar a 3.675 m.s.n.m., montañoso y casi perdido de la puna jujeña y conviviendo con su civilización.
En contraposición a tanta historia y al pasado cultural, estaba estacionado frente a la Aduna toda la tecnología de primer nivel.
Parecía una película de ficción, por suerte era una realidad. INCREIBLE!!!
Era el presente del pasado.
Final de la jornada n* 7: Que les podemos agregar. Nos parece que todo fue dicho ya.
Experiencia vivida por Susana Villa y Carlos Massarutto en marzo/2006.
Lomas del Mirador – provincia de Buenos Aires.