jueves, 26 de julio de 2007

Anécdotas en CAFAYATE.


Curiosidades de CAFAYATE – SALTA.Relato escrito en julio del 2007.
Ubicación geográfica: NO de Argentina.

Datos:Fecha del viaje: octubre/2.003.
Integrantes: 2 personas: Carlos y Susana, cumliendo 30 años de casados, en un auto Renault 9.
Itinerario: salida desde Lomas del Mirador (Gran Bs. As.), ciudad de Santiago del Estero, Tafí del Valle (Tucumán), Cafayate (Salta), y regreso por Termas de Río Hondo Sgo del Estero) y Lomas del Mirador (Gran Bs. As.).
Extensión: 4.000 kms. Duración: 13 días.
Nota Previa: hemos escrito en julio/2007 un viaje de octubre/2003, casi 4 años después.
Nos basamos en la memoria, ya que no contamos con las anotaciones.
Por ello quizás, olvidemos algunos detalles, que esperamos sean pocos.
El motivo del viaje fue un regalo que nos dimos: cumplir 30 años de casados.
RELATO.
Día 7- jueves 16/10/03: por la mañana, una salida obligada: recorrer nuevamente la quebrada del río Las Conchas, pero en sentido inverso: desde Cafayate hacia Alemanía.
Se accede por RN 68 al NE por un trazado sinuoso de suave pendiente con un imponente paisaje donde los protagonistas son las montañas y sus formas.
Aparecen curiosas formaciones erosionadas que caracterizan todo este tramo de la quebrada del río Las Conchas con paisaje exclusivamente mineral.
A las caprichosas formas montañosas se le han dado nombres en similitud a sus parecidos: Los Castillos, La Yesera, El Fraile, el Anfiteatro, la Garganta del Diablo, erosionadas por acción del viento y el agua.
Pasado el cruce del río Las Conchas la quebrada desemboca en el valle de Lerma y se arriba a Alemanía.
Ya en horas de la tarde decidimos pegar la vuelta y regresar a Cafayate; las mismas formaciones se las veían distintas, con colores o tonos distintos por las variaciones de luz durante el día.
Almorzamos al ingreso de la ciudad en un comedor criollo, esta vez chivito asado y cerveza.
Dado el abundante calor (y comida) fuimos al camping municipal, esta vez con ropa de baño para disfrutar de la pileta.
Una siesta bajo los árboles y resto de la tarde en el agua; luego una mateada y descanso.
En el final del día, regreso al alojamiento para ducha, caminata, cena frente a la plaza (en el mismo bar donde ya somos conocidos) y al descanso.
Una anécdota: requerido nuestro mozo para un nuevo pedido, un colega suyo nos responde: “ya vuelve, se fue a dar una vuelta en bicicleta por la plaza!!!!. Nos asombramos!!!
Resulta que dos turistas suecos, padre e hijo que se alojaban en el camping municipal (nosotros habíamos visto sus carpas y bicicletas), y cenaban (como en noches anteriores) ubicados en una mesa junto a la nuestra.

Sus rodados todo terreno eran algo especiales: poseían un tipo de cubiertas que no sufrían pinchaduras, además de excelente tecnología.
En conversación con el mozo, se la ofrecieron para probarla y así fue que se dió un par de vueltas alrededor de la plaza de Cafayate. De regreso siguió dedicado a su tarea.Resumen del día: Revivimos un hermoso paseo hecho 30 años atrás.
Disfruté de un chivito asado y pasamos muy buena jornada. El camping es opción obligada de las restantes calurosas tardes. Lo de la vuelta en bici: una anécdota más.
Aprendimos como se respeta el tiempo de los demás.
Las fotografías son de nuestra propiedad.
Experiencia vivida por Carlos Massarutto y Susana Villa en octubre/2003.

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