SIGUE el NORtE ARGENTINO.Datos:En Marzo de 1.976 junto a mi esposa nos fuimos al norte argentino.
Tren, ómnibus, micros, colectivos, taxi y hasta un flete fueron los medios.
Estaba decidido, aunque el verano no es la mejor época, no íbamos a desertar, así que al norte.
Bajando desde Jujuy llegamos a la provincia de Catamarca.RELATO.Nos quedamos varios días para disfrutar de la naturaleza, conocer sus habitantes, culturas, costumbres y formas de vida. Aprendimos y adquirimos experiencia.
Vivimos algunas experiencias.- San Fernando del Valle de Catamarca:1- Llegamos cerca del medio día, un taxista nos recomendó y llevó a una casa de familia que disponía de algunas habitaciones con baño privado, para alojar viajantes. Tomamos una de ellas, linda, simple y económica, a pocas cuadras del centro. Dejamos ropa para lavar y planchar.
Pasaron algunas jornadas y los anoticiamos sobre nuestra partida del día venidero, a primera hora, e intentamos abonar la estadía.
Nos dicen “cuando salgan, no hay apuro”. No pudimos pagar.
Ya pronto a salir de mañana tempranito, y ¿Cuánto es todo, más lavado y planchado de ropa?
Nos responden: “no eso no, lo hace la chica”. No fue posible abonarles el lavado y planchado.
Le obsequiamos el dinero a la chica como obsequio.
2- Frente a la plaza principal se encuentra el Banco Nación. Un medio día nos acercamos a hacer retiro de fondos y sorpresa: estaba cerrado.
Indagamos, nos informanan: "abierto hasta las 11.00 y después de 17:00 a 20:00 hs”.
El calor cambia las modalidades!!Volvemos antes del cierre y entregamos los cheques del viajero que portábamos para cambiar.
A la empleada les eran desconocidos y llamó al gerente, que con mucha sorpresa los observaba y revisaba detenidamente. Un rato largo y nos lo cambiaron sin problemas.
Creemos que no los conocían y quizás fuimos los primeros en hacer esta operación!!.
3- Una mañana leíamos el diario en la plaza tomando aire fresco. En el país las cosas iban de mal en peor, el gobierno democrático cada vez más inestable.
Una señora muy amablemente nos solicita permiso para leer las noticias.
Comenzamos a charlar, comentarios sobre la actualidad y sufrimientos, escaseo de alimentos y dinero, quejas hacia los gobernantes, “no hacen nada por los pobres”.
Nos cuenta que no compra el diario, lee de prestado cuando lo consigue. Compra leche cara pues tiene un bebé, azúcar cuando se puede y consigue.
Le obsequiamos el diario que no lo quería aceptar; insistimos y accedió.
Vestida sencilla y decorosamente, no mendigaba; digamos que clase media.
Nos quedamos callados, fue muy duro!!4- en el Dique Las Pirquitas:Averiguamos horarios y tomamos un colectivo local. Uno de sus recorridos llegaba y nos dejaba bastante cerca; quedaba tiempo suficiente para el regreso.
Junto a otra pareja caminamos hasta un punto donde el camino giraba y se abría lo suficiente para ingresar por un extremo del coronamiento.
Decidimos ir por el descampado hasta el murallón de sostén y trepar entre las piedras para llegar arriba. Un esfuerzo, pero éramos jóvenes aún.
Arriba un hermoso embalse de agua con fondo de montañas y hermosas vistas.
También nos encontramos con tres sujetos en dos automóvil Ford Falcon, personas de pelo corto y buena panza; disimuladamente pescando a pleno rayo de sol y fuerte calor.
Muy poco dialogo: nos preguntan ¿andan de paseo?. Nosotros: sí, conociendo.
Para la vuelta optamos por el camino más fácil y el más largo. Caminamos bastante. Nos sobrepasaron los Falcón. ¿parece que terminó la pesca?
Frente a la parada había un pequeño bar; nos sentamos a la sombra bajo un árbol y calmamos apetito y sed. Llegó el colectivo, lo dejamos pasar por tener otro viaje posterior.
Comentarios sobre la vigilancia padecida.5- en El Rodeo:Otro día, también en colectivo nos corrimos a conocer esta villa rodeada de cerros.
Recorriendo la quebrada de El Tala, camino de ripio, sinuoso y encerrado, con vistas interiores de la sierra de Ambato y entre lomadas llegamos a El Rodeo, zona de nogales.
Caminando sus calles de tierra, consultamos en una casa para adquirir algunas nueces.
Nos invitan a pasar, charlamos sentados a la sombra de las plantas, tomamos mate.
Nos convidan con dulce de membrillo, color amarillento claro (semejante al de batata), se elabora en casa solo con la fruta y sin incluir cáscara o semillas.
Pensando algún volumen importante, nos consultan por la cantidad de nueces que queríamos comprar. Nosotros, medio sorprendidos contestamos: “uno o dos kilos, para probarlas y llevar algunas a casa”. Ahora los sorprendidos fueron ellos.
Nos contaron sobre las maniobras que sufrían los pequeños nogaleros de la zona.
Gente muy importante (mencionó a un ex ministro de la cancillería) acordaba y se aseguraba la compra total de la producción de la zona.
Llegada la época no la retiraban, y pasaba el tiempo. Al final se producía la venta a precio muy inferior, debido a la necesidad de los productores. ¿Que buena gente, no?
Al retirarnos (se acercaba el horario del colectivo) nos entregan una bolsa grande, llena de nueces enormes. No nos querían cobrar; finalmente fijaron un precio muy barato, como para decir que fue una venta. Saludos y despedida.
Las nueces ocuparon todo un bolso, el destinado al calzado. Llegaron a Bs As, nuestra familia las saborearon. Ninguna mala.Comentario:No conocíamos esta provincia que nos sorprendió mucho.
Nos agradó lo suficiente como para recordarla y apreciarla.
La visitamos otras veces más.
Las fotografías spn de nuestra propiedad.Experiencia vivida por Carlos Massarutto y Susana Villa- Lomas del Mirador- Bs As.
sábado, 12 de enero de 2008
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