HASTA PRONTO HERMANO.
Relato escrito en junio del 2007.
Ubicación geográfica: Uspallata- Pcia de Mendoza.
Datos:
Fecha del viaje: marzo/2007.
Integrantes: el matrimonio de los abuelos Carlos y Susana que concretaban el cuarto viaje a la provincia y el segundo a la cordillera mendocina, con el objetivo de conocer nuevos lugares de interés y repasar otros ya conocidos.
Después de varios días de caminar la zona nos quedaba pendiente la visita al Cerro Tunduqueral.
Día 8- domingo 11/03/2007: Una buena jornada de intenso sol y calor. Por la mañana descanso, caminatas por la villa, compras de alimentos y de algunos vinos para regalos (a nosotros, amigos y parientes); almuerzo en la cabaña.
Por la tarde encaramos la visita pendiente al sitio arqueológico del cerro Tunduqueral ubicado a corta distancia y en el camino a los caracoles de Villavicencio.
Las visitas comenzaban a partir de las 14:00, llegamos media hora después.
El coche lo estacionamos en un terreno que delimitaba la reserva, caminando el resto hasta la cabaña del cuidador.
Este, después de los saludos y presentaciones, nos preguntó: “ustedes no son de acá, de donde vienen”?
Le respondimos: “de Bs As” y repreguntamos: “por que”? Respuesta: por la hora que llegan de visita!!!, los mendocinos vienen cuando el sol es más débil.
Muy lógico: los lugareños duermen la siesta y no salen en horas en que el sol pega fuerte.
Francisco, la persona oficiaba de cuidador del sitio, pertenece a la comunidad huarpe Guaytamarí, cuyo poblado está a unos 10 km por la ruta que nos lleva a San Juan, en el área de la estancia San Alberto.
El Tunduqueral es un pequeño cerro en medio de un amplio valle, delimitado a su alrededor por cordones montañosos: el de Uspallata, cordón del Tigre, y otros.
Ubicación geográfica: Uspallata- Pcia de Mendoza.
Datos:
Fecha del viaje: marzo/2007.
Integrantes: el matrimonio de los abuelos Carlos y Susana que concretaban el cuarto viaje a la provincia y el segundo a la cordillera mendocina, con el objetivo de conocer nuevos lugares de interés y repasar otros ya conocidos.
Después de varios días de caminar la zona nos quedaba pendiente la visita al Cerro Tunduqueral.
Día 8- domingo 11/03/2007: Una buena jornada de intenso sol y calor. Por la mañana descanso, caminatas por la villa, compras de alimentos y de algunos vinos para regalos (a nosotros, amigos y parientes); almuerzo en la cabaña.
Por la tarde encaramos la visita pendiente al sitio arqueológico del cerro Tunduqueral ubicado a corta distancia y en el camino a los caracoles de Villavicencio.
Las visitas comenzaban a partir de las 14:00, llegamos media hora después.
El coche lo estacionamos en un terreno que delimitaba la reserva, caminando el resto hasta la cabaña del cuidador.
Este, después de los saludos y presentaciones, nos preguntó: “ustedes no son de acá, de donde vienen”?
Le respondimos: “de Bs As” y repreguntamos: “por que”? Respuesta: por la hora que llegan de visita!!!, los mendocinos vienen cuando el sol es más débil.
Muy lógico: los lugareños duermen la siesta y no salen en horas en que el sol pega fuerte.
Francisco, la persona oficiaba de cuidador del sitio, pertenece a la comunidad huarpe Guaytamarí, cuyo poblado está a unos 10 km por la ruta que nos lleva a San Juan, en el área de la estancia San Alberto.
El Tunduqueral es un pequeño cerro en medio de un amplio valle, delimitado a su alrededor por cordones montañosos: el de Uspallata, cordón del Tigre, y otros.
Nos indagó sobre que conocíamos del lugar y del por que de la visita.
Le respondimos que, solo la información recibida en la oficina de turismo y pretendíamos saber de que se trataba.
También consultó a quien veíamos en esta charla. La respuesta fue: a un ser humano, una persona semejante a nosotros que moraba un habitad particular y distinto a la ciudad.
Re preguntamos: por que?.
Nos dijo: acá vienen muchos turistas, algunos solo miran, sacan fotos, algún souvenir y se van. Otros en cambio muestran mayor interés por conocer de que se trata el lugar.
Por supuesto a los primeros una breve información, a los otros una mucho más completa y toda la que indagen.
Es evidente que este relevamiento, permitió a ambos, saber quien estaba enfrente.
Esperamos estar entre los segundos, tambien fue motivo de no tomar fotografías.
El lugar responde a un sitio sagrado de la comunidad, donde se realizan sus ceremonias, pedidos y agradecimientos a sus tres dioses: el sol, la tierra y el aire. También allí, las niñas huarpes se consagradas mujer y pasan la noche de unión con el hermano elegido.
Labrados en la roca de una de sus paredes existen geoglifos con figuras que tienen representación de sus vidas, jerarquías y creencias.
Nos brindó una extensa explicación de todos los significados, de sus costumbres y forma de pensar; respecto a sus ideas y en comparación con las religiones.
También charlamos en extenso sobre las civilizaciónes preexistente a la colonización, y como ésta las modificó, truncó sus creencias, su historia y costumbres, remplazándola por las traídas de otras latitudes.
Un fundamento dado y señalando las montañas del oeste, fue: “se llama cordón del Tigre; acá no hay tigres, es un animal de Oriente, debería ser cordón del puma que es americano y autóctono”.
Nos comenta: se festeja el 12 de octubre de 1.492 como el día del descubrimiento de América.
Sostiene que no han descubierto nada, pues existían civilizaciones que poblaban estas tierras desde mucho tiempo antes.
La colonización destruyó casi todos los rastros de costumbres, antecedentes e incluso a los seres humanos indígenas.
Que en realidad había que recordar el 11 de octubre como final de las civilizaciones preexistentes.
Entendimos ahora por que en varios temas de música folclórica se mencionan esta fecha en sus letras.
El lugar responde a un sitio sagrado de la comunidad, donde se realizan sus ceremonias, pedidos y agradecimientos a sus tres dioses: el sol, la tierra y el aire. También allí, las niñas huarpes se consagradas mujer y pasan la noche de unión con el hermano elegido.
Labrados en la roca de una de sus paredes existen geoglifos con figuras que tienen representación de sus vidas, jerarquías y creencias.
Nos brindó una extensa explicación de todos los significados, de sus costumbres y forma de pensar; respecto a sus ideas y en comparación con las religiones.
También charlamos en extenso sobre las civilizaciónes preexistente a la colonización, y como ésta las modificó, truncó sus creencias, su historia y costumbres, remplazándola por las traídas de otras latitudes.
Un fundamento dado y señalando las montañas del oeste, fue: “se llama cordón del Tigre; acá no hay tigres, es un animal de Oriente, debería ser cordón del puma que es americano y autóctono”.
Nos comenta: se festeja el 12 de octubre de 1.492 como el día del descubrimiento de América.
Sostiene que no han descubierto nada, pues existían civilizaciones que poblaban estas tierras desde mucho tiempo antes.
La colonización destruyó casi todos los rastros de costumbres, antecedentes e incluso a los seres humanos indígenas.
Que en realidad había que recordar el 11 de octubre como final de las civilizaciones preexistentes.
Entendimos ahora por que en varios temas de música folclórica se mencionan esta fecha en sus letras.
Una de ellas consigna: "11 de octubre día final de un paraiso original".
La reunión duró algo más de dos horas y fue interrumpida por la llegada de nuevos visitantes.
Francisco, de piel tostada, barba y pelo largo, bombachas, alpargatas, con un amplio sombrero, una remera que consignaba la leyenda “indígena” era una persona muy culta, respetuosa y de buen saber.
Nos interrelacionamos muy bien, nos invitó a visitar su comunidad, conocer su gente y tomar un mate, o una cerveza, o un vino.
Nos saludamos al despedirnos, nos dimos un apretón fuerte de manos y nos dijo en su lengua: “Peñe epta yui”.
Preguntamos por el significado y contestó: “hasta pronto hermano”.
Prometimos visitarlo cuando regresemos nuevamente a Uspallata.
Caminamos callados de regreso al auto, pensando en lo vivido; rato después, intercambiamos ideas sobre lo ocurrido mientras
tomamos unos mates bajo los árboles.
Que acertados fuimos en llegar muy temprano, disfrutamos de unas horas de intercambio cultural.
Final de la jornada: una tarde como viviendo en el pasado, que nos dejó reflexionando.
Experiencia vivida por Susana Villa y Carlos Massarutto en marzo/2007.
Lomas del Mirador – provincia de Buenos Aires.
La reunión duró algo más de dos horas y fue interrumpida por la llegada de nuevos visitantes.
Francisco, de piel tostada, barba y pelo largo, bombachas, alpargatas, con un amplio sombrero, una remera que consignaba la leyenda “indígena” era una persona muy culta, respetuosa y de buen saber.
Nos interrelacionamos muy bien, nos invitó a visitar su comunidad, conocer su gente y tomar un mate, o una cerveza, o un vino.
Nos saludamos al despedirnos, nos dimos un apretón fuerte de manos y nos dijo en su lengua: “Peñe epta yui”.
Preguntamos por el significado y contestó: “hasta pronto hermano”.
Prometimos visitarlo cuando regresemos nuevamente a Uspallata.
Caminamos callados de regreso al auto, pensando en lo vivido; rato después, intercambiamos ideas sobre lo ocurrido mientras
tomamos unos mates bajo los árboles.
Que acertados fuimos en llegar muy temprano, disfrutamos de unas horas de intercambio cultural.
Final de la jornada: una tarde como viviendo en el pasado, que nos dejó reflexionando.
Experiencia vivida por Susana Villa y Carlos Massarutto en marzo/2007.
Lomas del Mirador – provincia de Buenos Aires.
2 comentarios:
Carlos y Susana:
Muy emotivo el relato del Tunduqueral, tal es así que tuvimos una gran expectativa del lugar, hasta que llegamos y realmente valió la pena, pero con la diferencia que Francisco ya no se encuentra en el cerro, sino que es atendido por un Sr. Del Municipio quien desde la entrada nos dio una explicación de cómo llegar a los petroglifos y que dista bastante de las que Uds recibieron. De todos modos, teníamos que buscar a Francisco, y es así como nos dirigimos a la comunidad Guaytamarí. Cuando entramos nos recibió un hermosa fragancia a una hierba del lugar, de la que no recuerdo el nombre, entramos y preguntamos por Francisco, él no estaba, pero nos atendió Matías, integrante de su familia, y realmente fue un lujo su explicación, además el entusiasmo al expresarse, nos emocionamos mucho mi esposo y yo, y a su vez lamentamos que ya no concurran al cerro, pero sus motivos son válidos, es cierto, nadie cubre sus gastos para que puedan dirigirse al lugar. Estuvimos en la reserva más de dos horas, la charla la iniciamos contando que habíamos leído un relato en internet que despertó nuestro interés por ese sitio. Cuando nos fuimos, les dejamos la hoja donde estaban volcadas las palabras de los abuelos Carlos y Susana hacia Francisco.
Matías es una persona muy culta, nos deslumbró con su sabiduría, pero lamentablemente, al menos en lo que a turismo se refiere siempre prevalece lo comercial o político a lo cultural, y la belleza de un lugar llega mucho más a uno cuando quien lo atiende nos contagia con el entusiasmo que vuelca al contar su historia.
Muchas gracias por habernos contado la experiencia que vivieron, porque por eso nosotros también lo descubirmos.
Un beso
Mirta y Daniel
mirtabr@msn.com
Hola Mirta y Daniel.
Gran sorpresa la que nos dieron. Por suerte internet sirve también para algo útil.
Les agradecemos habernos leido y tenido en ciuenta. Estamos chochos por haberles sido de utilidad.
Disculpas por la demora, regresamos de vacaciones hace pocos días y me entusismé con un nuevo relato (sobre la RN 3) en el blog.
Les pido un favor: copien el texto de v/ correo en el comentario del blog, así alguien más sale beneficiado. Muchas Gracias.
Saludos y muchas gracias
Carlos y Susana.
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