3ra Etapa: Catamarca.
Ubicación geográfica: N. O. A.
Datos:
* Relato escrito en enero/2008.
* Fecha del viaje: marzo/1976.
* Integrantes: matrimonio de Carlos y Susana.
* Motivo: muchas ganas de conocer el norte argentino.
* Itinerario: Retiro a Jujuy (en tren, y luego todo en bus), Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, Córdoba, Rosario y regreso a casa.
* Extensión: 6.500 km. Duración: 24 días.
Nota previa: escribimos este relato casi 32 años de haberlo realizado, basados solo en la memoria y sin contar con ninguna anotación que nos sirva de apoyo.
RELATO.
Durante todo el año veníamos imaginando y pensando unas buenas vacaciones; el destino elegido e indiscutido era el norte argentino.
No contábamos con movilidad propia, así que optamos por el tren y combinar con ómnibus de larga distancia. Para movernos allá arriba: micros, colectivo, taxi y hasta camioneta de fletes.
También decidimos iniciarlas desde el extremo más lejano e ir bajando y recorriendo los distintos lugares a medida que disminuía el tiempo y los fondos, quedando así, cerca de Bs As.
No sabemos si se dio por una buena planificación, correcta racionalización del tiempo y dinero, o bien por suerte, pero cumplimos con lo planeado y agregamos otros varios lugares más.
El país pasaba por momentos muy difíciles; políticamente inestable y económicamente mucho peor. Los cambios de funcionarios y ministros de economía eran casi diarios.
Recuerdo que uno de ellos, de un solo toque, aumentó un 100 % el valor de los combustibles; no existían precios, tarifas, y además, nadie sabía que cobrar ni que pagar.
El verano no es la mejor época de viajar al norte: una por el calor, otra por las lluvias.
Nosotros lo teníamos decidido y pavadas de esa índole no nos hacía retroceder, así que nos fuimos al norte, donde la situación era peor.
- En provincia de Catamarca.
Abordamos un ómnibus y dejamos atrás la ciudad de Tucumán.
Tomó por RN 38 al sur, asfaltada, traspasando por pequeñas
localidades: serían Monteros, Aguijares, Villa Alberdi, La Cocha.
Desapareció el pavimento y seguimos por tierra hasta San
Fernando entre pueblitos muy insignificantes. Humildes casas de adobe a ambos
lados de las angostas calles sin veredas.
Casi no existía
espacio hasta colectivo. Detrás una gran polvareda y algunos chicos descalzos
saludaban desde los costados.
Se vino la cuesta del Totoral, estrecha, de tierra, con una
buena trepada, curvas y contra curvas. La recorrimos varios años después: ancha, dos manos, asfaltada, ahora nos pareció insignificante.
Allí, el chófer daba patadas a la bocina en el piso mientras giraba
el volante con ambos brazos. Entendimos el por que de su ubicación en ese lugar, tenía
que dejar libre los brazos.
Poco antes de arribar, observamos a nuestra izquierda, en
varios niveles distintos, un camino que trepa por la ladera. Que bárbaro!!
Un taxista nos recomendó y llevó a una casa de familia que
disponía de algunas habitaciones con baño privado, para alojar viajantes.
Tomamos una de ellas, linda, simple y económica, a pocas cuadras del centro.
Almorzamos en una parrilla, un kilo de helado al fresco y
a la casa, hacia mucho calor, en las tardes rondaba entre los 35 grados.
-
San Fernando del Valle de Catamarca:
Una ciudad tranquila,
apacible, de gente sencilla y amable, mucho más pequeña que la actual.
Cercano y alrededor de su
frondosa plaza principal 25 de Mayo se ubican las principales instituciones y
casas.
Visitamos la Iglesia,
Basílica y Santuario de Nuestra Señora del Valle (MHN), que venera la Virgen
del Valle de Catamarca, importante centro de peregrinación católica del país.
Grande, muy linda, con
importantes obras y bóvedas.
Al Camarín de la Virgen se
ingresa por el lateral de la santería y permite apreciar de cerca la imagen y
cúpula de la iglesia.
Adjunta esta la Casa de
Gobierno y enfrente el Banco Nación, donde con mucha sorpresa (de ellos) nos cambiaron
cheques del viajero que portábamos.
Muy cerca, el obispado,
poder judicial, casa del Gdor Herrera, museo arqueológico y otros.
La Iglesia Convento y Museo
de San Francisco (MHN) con la estatua en el atrio de fray Mamerto Esquiú, donde
se conserva su corazón en una urna de vidrio y se preserva su celda.
Leíamos el diario en la
plaza tomando aire fresco: las cosas iban de mal en peor.
Una mañana, una señora muy
amablemente nos solicita permiso para leer las noticias.
Charlamos, comentarios
sobre la actualidad y sufrimientos, escaseo de alimentos y dinero, quejas hacia
los gobernantes, “no hacen nada por los pobres”.
Nos cuenta que no compra el
diario, lee de prestado cuando lo consigue. Compra leche cara pues tiene un
bebé, azúcar cuando se puede y consigue.
Le obsequiamos el diario
que no lo quería aceptar; insistimos y accedió.
Vestida sencilla y con decoro, no mendigaba; digamos que era de clase media.
Nos quedamos callados y pensando..., era
muy duro!!
- al Dique Las Pirquitas:
Averiguamos horarios y
tomamos un colectivo local. Uno de sus recorridos llegaba y nos dejaba bastante
cerca; quedaba tiempo suficiente para el
regreso.
Junto a otra pareja
caminamos hasta un punto donde el camino giraba y se abría lo suficiente para
ingresar por un extremo del coronamiento.
Decidimos ir por el descampado
hasta el murallón de sostén y trepar entre las piedras para llegar arriba. Un
esfuerzo, pero éramos jóvenes aún.
Nos encontramos con el
hermoso embalse de agua con fondo de montañas y hermosas vistas.
También nos encontramos con
tres sujetos en dos automóvil Ford Falcon, personas de pelo corto, bigote y buena
panza; pescando disimuladamente a pleno rayo de sol y fuerte calor.
Muy poco dialogo: ¿andan de
paseo?. Sí, conociendo.
Para la vuelta optamos por
el camino más fácil y el más largo: el del acceso normal. Caminamos bastante. Nos sobrepasaron los
Falcón. ¿Terminó la pesca?
Frente a la parada había un
pequeño bar; nos sentamos a la sombra bajo un árbol y calmamos apetito y sed. Llegó el colectivo, lo dejamos
pasar por tener otro viaje posterior.
Comentarios sobre la
vigilancia padecida.
- a la cuesta del Portezuelo:
Una mañana contratamos una
excursión a la famosa cuesta, motivo de una conocida zamba.
Viajamos con unas pocas
personas más en un vehículo no muy grande.
Con sorpresa notamos que
era la misma trepada que observamos al llegar a San Fernando.
Iniciamos el impresionante
ascenso por un angosto y sinuoso camino de ripio, Algunos espacios para detenerse con magníficos panoramas del
valle y la ciudad. Discurre por la ladera occidental de la sierra Ancasti -la
de mayor pendiente- y alcanza una altura
de 1.680 msnm.
El emocionante su
ascensión, el camino zigzaguea vertiginosamente entre la vegetación para ganar
altura. Existen algunos miradores con excelentes vistas del valle, cerrado en
su frente por la larga sierra de Ambato.
Se suceden los distintos
niveles del camino, uno por encima del otro, y otro más, y más cuando se cambia
de ladera, parece que no concluyen.
En la cima, el puesto del
cuidador de la antena re transmisora. Allí tomamos mate cocido con galletas, a
propina voluntaria. Todos aportamos y cuesta abajo para el regreso.
En octubre /2007 repetimos
esa trepada, ahora asfaltada, pero brindando la misma sensación.
- a El Rodeo:
Otro día, también en
colectivo nos corrimos a conocer esta villa rodeada de cerros.
Recorriendo la quebrada de
El Tala, por camino de ripio, sinuoso y encerrado, con vistas interiores de la
sierra de Ambato, su mayor altitud de 1.664 msnm y entre lomadas llegamos a El
Rodeo zona de plantaciones de nogales.
Caminamos sus calles de
tierra y en una casa consultamos para adquirir y probar algunas nueces.
Nos invitan a pasar,
charlamos sentados a la sombra de las plantas, tomamos mate.
Nos convidan con dulce de
membrillo, de color amarillento claro (semejante al de batata) que se elabora en
casa solo con la fruta y sin incluir cáscara o semillas.
Pensando algún volumen
importante, nos consultan por la cantidad de nueces que queríamos comprar.
Nosotros, medio sorprendidos contestamos: “uno o dos kilos, para probarlas y
llevar algunas a casa”. Ahora los sorprendidos fueron ellos.
Nos contaron sobre las
maniobras que sufrían los pequeños nogaleros de la zona.
Gente muy importante
(mencionó a un ex ministro de la cancillería) acordaba y se aseguraba la compra
total de la producción de la zona.
Llegada la época no se la
retiraba. Pasaba el tiempo e igual. Al final se producía la venta a precio muy
inferior, debido a la necesidad de los productores. ¿Que buena gente, no?
Al retirarnos (se acercaba
el horario del colectivo) nos entregan una bolsa grande, llena de nueces enormes.
No nos querían cobrar; finalmente fijaron un precio muy barato, como para decir
que fue una venta. Saludos y despedida.
Regreso por idéntico
recorrido, dormimos un poco. Las nueces ocuparon todo un bolso (el destinado al
calzado). Llegaron a Bs As, nuestra familia las saborearon. Ninguna mala.
Conocíamos poco de esta
provincia, nos sorprendimos mucho; la apreciamos.
Experiencia vivida por Carlos Massarutto y Susana Villa de Lomas del Mirador- Bs As.
Comentario Final.
Recorrimos varias localidades y pueblos y conocimos su gente.
Nos mostraron costumbres y formas de vida, vivimos sus culturas.
Aprendimos y adquirimos buena experiencia.
Las fotogtafías obtenidas fueron "diapositivas" y no están en condiciones para agregarlas.
Nos mostraron costumbres y formas de vida, vivimos sus culturas.
Aprendimos y adquirimos buena experiencia.
Las fotogtafías obtenidas fueron "diapositivas" y no están en condiciones para agregarlas.
La siguiente etapa es la provincia de La Rioja.
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