miércoles, 6 de mayo de 2020

Nuestro 1er VIAJE al NORTE ARGENTINO.
4ta Etapa: La Rioja.
Ubicación geográfica: N. O. A.
 Datos:
*  Relato escrito en enero/2008.
* Fecha del viaje: marzo/1976.
* Integrantes: matrimonio de Carlos y Susana.
* Motivo: muchas ganas de conocer el norte argentino.
* Itinerario: Retiro a Jujuy (en tren, y luego todo en bus), Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, Córdoba, Rosario y regreso a casa.
* Extensión: 6.500  km.   Duración: 24 días.
Nota previa: escribimos este relato casi 32 años de haberlo realizado, basados solo en la memoria y sin contar con ninguna anotación que nos sirva de apoyo.
La fotografías obtenidas son "diapositivas" y no están en condiciones de reproducirlas.
RELATO.
Durante todo el año veníamos imaginando y pensando unas buenas vacaciones; el destino elegido e indiscutido era el norte argentino.
No contábamos con movilidad propia, así que optamos por el tren y combinar con ómnibus de larga distancia. Para movernos allá arriba: micros, colectivo, taxi y hasta camioneta de fletes.
También decidimos iniciarlas desde el extremo más lejano e ir bajando y recorriendo los distintos lugares a medida que disminuía el tiempo y los fondos, quedando así, cerca de Bs As.
No sabemos si se dio por una buena planificación, correcta racionalización del tiempo y dinero, o bien por suerte, pero cumplimos con lo planeado y agregamos otros varios lugares más.
El país pasaba por momentos muy difíciles; políticamente inestable y económicamente mucho peor. Los cambios de funcionarios y ministros de economía eran casi diarios.
Recuerdo que uno de ellos, de un solo toque,  aumentó un 100 % el valor de los combustibles;  no existían precios, tarifas, y además, nadie sabía que cobrar ni que pagar.
El verano no es la mejor época de viajar al norte: una por el calor, otra por las lluvias.

Nosotros lo teníamos decidido y pavadas de esa índole no nos hacía retroceder, así que nos fuimos al norte, donde la situación era peor.
- En provincia de La Rioja.

Dejamos contentos San Fernando del Valle y nos fuimos, en ómnibus, a la capital riojana; nos instalamos en un pequeño hotel.

- Ciudad de La Rioja:

Vimos una ciudad casi sin actividad, de pobladores ausentes, la notamos sin vida propia.
Fuimos a una oficina pública (como si fuera de informes turísticos) para saber que hacer.
La respuesta fue “aquí, nada… la plaza, iglesia…hay que ir para otro lado”. Decepción.
Igualmente visitamos la Iglesia Catedral, santuario de San Nicolás de Bari, ubicada frente a la plaza principal 25 de Mayo. También la casa de gobierno, club social y teatro.
Dejamos pasar el día, sacamos pasajes en la terminal, cena y a dormir.
En la mañana siguiente partimos hacia Chilecito, en colectivo y con calor.
Para cruzar desde la ciudad capital a Chilecito, es necesario ir al sur por RN 38 hasta Patquía y virar hacia el NO, por la RN 74.
No recordamos si eran de asfalto, probablemente no. Sí tenemos presente la parada en Patquía.
Un lugar desolado: tierra, polvo, arena y calor. El parador, una humilde casa rancho, el baño??,  allá en el fondo… un cuchitrilo de madera y chapa, puerta de cortina y… mejor olvidar!!
No consumimos nada y aguantamos hasta Chilecito.
- Ciudad de Chilecito:
Llegamos, lo primero: fuimos al baño, y nos ubicamos cercano al centro. Volvió el optimismo a nosotros.
Chilecito era un pueblo pequeño, agradable, muy tranquilo, verde, montañas, sol y calor.
Ubicada al pie de la sierra de Famatina, zona de viñedos y colonias agrícolas, con avatares de la minería riojana, es hoy un importante centro turístico y segunda ciudad de la provincia.
Concurríamos a los bares frente a la plaza principal Domingo F Sarmiento a tomar algo para mitigar el calor. Visitamos su iglesia Sagrado Corazón de Jesús y otras instituciones más.
Caminando nos corríamos hasta la zona de parques y montañas, descansando a la sombra de la vegetación. Visitamos Samay Huasi, la casa que perteneció al Dr Joaquín V González, en reparaciones, hoy es museo y hotel??.
- Cuesta de Miranda:
No ubicamos a la única persona que hacía excursiones en Chilecito. No conseguíamos su  dirección ni teléfono. Todo era “debe andar por ahí… ya va a venir”.
Caminando por la zona donde nos informaron que vivía encontramos estacionada una antigua camioneta Estanciera, marca IKA, con un cartel que consignaba: “Fletes”.
Nos miramos, tocamos timbre y preguntamos: ¿Cuánto cobra por ir hasta la cuesta de Miranda?
Nos repregunta: ¿Cuántos kilos hay que transportar?  Calculé la suma y contesto: “más o menos unos 130 kg”. Nos indaga: ¿Qué hay que llevar? “A nosotros dos, queremos conocer la cuesta”.
Se sorprendió, acordamos precio y horario.
Al partir nos dice ¿puede ir mi señora también? No hay problema, salimos los cuatro de paseo.
Chilecito y Villa Unión se encuentran en dos valles paralelos, pero divididos por el imponente cordón serrano del Famatina. La cuesta de Miranda es  el camino que las une y representa el principal atractivo del trayecto.
Para llegar a ella es necesario tomar la RN 40 -creo que era de ripio- hacia Nonogasta y encarar la subida hasta el punto más elevado de 2.020 msnm, para descender hacia el otro lado.
Crearon fincas en los valles con sistemas de regadío para favorecer los cultivos.
A ambos lados del rojo camino colgaban los racimos de uva de las parras de los viñedos.
Paramos, cortamos dos o tres y comimos, hacía calor y estaban calientes.
La cuesta es una excelente obra construida en la década del 20; tiene sinuosos caminos de curvas bien trazadas, parapetadas con importantes murallones que protegen de las profundas hondonadas con un hermoso colorido rojo de las estratificaciones cercanas, otras verde oscuro y las últimas en suaves azulinos.
Regresamos por el mismo camino, hacía mucho calor, nos despedimos.
Fuimos a tomar algo bien frío en un bar de la plaza para mitigar la sed.
Después entendí que uva caliente y cerveza fría no es una buena combinación.
Siempre comentamos esta expedición en familia con un transporte de carga.
Notamos que en esta provincia no tuvimos requisas militares. ¿Estarán enterados?
Seguimos con nuestro itinerario. Buen recuerdo de esta ciudad. Volvimos años después.
La siguiente etapa es la la localidad de La Cumbre, Córdoba.
Comentario Final.
Recorrimos la capital y la ciudad mas agradable y linda. Otras localidades vecinas, participamos con  su gente e historia y disfrutamos del paisaje.
Conocimos sus costumbres y formas de vida.
Aprendimos y adquirimos buena experiencia.
Las fotogtafías obtenidas fueron "diapositivas" y no están en condiciones para agregarlas.
Experiencia vivida por Carlos Massarutto y Susana Villa de Lomas del Mirador- Bs As.



No hay comentarios: